Catalina Riera no recuerda cuándo empezó exactamente a elaborar salsa de Nadal, pero lo que tiene claro es que es una tradición que ha ido pasando de generación en generación en su familia: «Lo he visto toda la vida. Yo era muy jovencita. Mi madre murió con 98 años y yo aprendí de ella y ella de sus padres», explicaba ayer mientras elaborada 50 litros de salsa de Nadal para ofrecer como postre en el restaurante Ca n' Alfredo y repartir entre los seguidores más fieles de esta delicia tradicional ibicenca.
El regreso
«Hacía tres años que no la elaborábamos por imperativos de salud», precisó Juan Riera, propietario de este mítico restaurante de Vila, quien se mostró feliz de estar al servicio del cliente en estas fechas navideñas: «Soy el más feliz del mundo pudiendo decir a la gente que sí, que estamos abiertos. Para mí es una hemorragia de satisfacción poder servir a la gente en estas fiestas». De hecho son muchos los que, antes del inicio de Navidad, ya preguntaban si este año harían salsa o no. Pero, ¿por qué gusta tanto? «No tenemos ningún secreto para que guste tanto. La salsa que hacemos es la que hacía mi madre y la madre de mi mujer», aseguró el propietario de este restaurante. Tanto gusta que, de hecho, la receta de su mujer Catalina Riera ha ganado en varias ocasiones el concurso de salsa de Nadal que se celebra cada año en Vara de Rey. Con humildad, Catalina reconoció ayer que no sabe si se presentará este año.
En la receta de esta cocinera, caldo de gallina, caldo de cordero, ocho kilos de almendras que ella misma tuesta y pica y 32 huevos. «Cuando la almendra y el huevo están amasados voy añadiendo el caldo, pero tiene que estar tibio porque si está muy caliente, se corta y hay que empezar de nuevo», afirmaba Catalina mientras los tres cocineros de Ca n' Alfredo escuchaban atentos las explicaciones. «Es un trabajo laborioso, que lleva su tiempo. Calculo que puedes tardar más o menos unas tres horas en hacer una olla tan grande», concluyó.