La Alianza Mar Blava ha denunciado hoy que la zona del Golfo de León, donde la empresa Seabird tiene previsto realizar unos sondeos sísmicos para encontrar hidrocarburos y que coincide con el Corredor de Migración de Cetáceos (ZEPIM) del Mediterráneo, se tramita en fraude de ley.
Según informa la Alianza Mar Blava en un comunicado, esta coincidencia «debería ser motivo suficiente para determinar el carácter desfavorable de la declaración de impacto ambiental y la consiguiente denegación de la autorización solicitada».
La organización ha incorporado esta alegación al escrito que se ha presentado ante el Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR) sobre el de la promotora Seabird Exploration.
En su escrito, la Alianza reitera al Ministerio de Energía que este proyecto de prospecciones petrolíferas se está tramitando en fraude de ley, por lo que, si se pretende hacerlo legalmente aplicando la nueva Ley 21/2013 de Evaluación de Impacto ambiental, tendría que repetirse el proceso como si se presentara por primera vez.
La organización denuncia que tanto el Ministerio de Industria como el de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente «pretenden dar por válidos los trámites del proyecto inicial de Seabird (presentado en 2011), el cual fue archivado definitivamente el 28 de enero de 2014 y así «saltarse el trámite de la información pública del proyecto y del Estudio de Impacto Ambiental».
Advierte a ambos ministerios que si el proyecto de Seabird «se continúa actuando a sabiendas de la injusticia que supone otorgar validez procedimental a unos trámites que no pueden tenerla, se podría incurrir en responsabilidad penal».
Mar Blava también califica el Estudio de Impacto Ambiental, presentado por Seabird Exploration, como «pésimo y obsoleto», con «tal cúmulo de defectos, incorrecciones, omisiones, e interpretaciones sesgadas, que debería ser archivado definitivamente».