El turismo balear ha sido el gran motor de la economía de las Islas y el dinamizador del mercado laboral en esta época de crisis económica. El informe ‘Perspectivas Balears', realizado por KPMG, confirma que seis de cada diez empresarios del sector de la hostelería crearon nuevos empleos durante el año 2014. En concreto, el sector alojamiento creó el pasado año 139.000 nuevos contratos, lo que representa un 16,5 por ciento más que el año anterior. En cuanto al sector de la construcción, los empresarios hoteleros han podido generar 10.200 nuevos contratos, directos, indirectos o inducidos gracias a las obras de reforma y modernización realizadas en los hoteles de las Islas.
Asimismo, la dotación de más servicios y más especializados en los establecimientos hoteleros, como resultado de las obras de actualización, está permitiendo incorporar a las plantillas de los hoteles nuevos puestos de trabajo y de mayor valor, concretamente un 13% más de media.
Es significativo también que la creación de nuevos puestos de trabajo se produce sin aumentar la oferta de plazas hoteleras, ya que entre el año 2000 y 2012 esta oferta apenas creció un 3 por ciento.
El peso del sector turístico en la comunidad, según datos 2013 de Exceltur, representa el 45,5% del total del PIB en Baleares (11.8M€), un 35% del empleo, el 15% del total del gasto público corriente (542M€) y a través del turismo, las Islas Baleares recaudan un total de 2.246 millones de euros, lo que supone 40% del total de impuestos recaudados.
Inversiones en hoteles
Estos datos al alza, y que suponen una mejora del conjunto de la economía balear, han sido posibles, en parte, a la aprobación de la Ley de Turismo en 2012, una apuesta por la calidad, la excelencia y la competitividad que ha permitido e incentivado que las empresas hoteleras hayan invertido unos 660 millones de euros en obras. Estas inversiones han supuesto, por ejemplo, que más de 330 establecimientos hayan aumentado de categoría y más de 400 hayan actualizado sus instalaciones. Asimismo, la Ley del Turismo ha permitido la regularización de 80.000 camas turísticas, el equivalente a 11.000 viviendas. Con el importe recaudado en este concepto, el Govern de les Illes Balears ha financiado 28 proyectos de infraestructuras turísticas y deportivas en distintas zonas de las islas por un importe de 18 millones de euros.
Otra medida legislativa dinamizadora del sector turístico ha sido el decreto de zonas maduras y el decreto de medidas urgentes para desestacionalización. Baleares ha marcado un antecedente a nivel nacional en la declaración de zonas maduras con planes especiales de rehabilitación para las mismas que permitirán dar un impulso a la inversión. Y el Plan de Reforma de la Platja de Palma, que ha potenciado la también la reconversión. De hecho, en cuanto al plan de modernización y calidad de la Platja de Palma ya han sido 360 los establecimientos los que han presentado un plan de modernización. En 2016 la mayoría de hoteles de la zona serán de cuatro estrellas y, por primera vez en su historia, se contará con establecimientos de cinco estrellas, concretamente tres.
Además, y también en el marco de la Ley del Turismo, los planes de desarrollo turístico municipal van a permitir a nuestros municipios contar con un modelo de desarrollo y de estrategia turística en pro de unos objetivos comunes a todos, como pueden ser impulsar los recursos municipales, la competitividad del sector turístico, incrementar la calidad turística o trabajar por la diversificación de la oferta y la desestacionalización de nuestro destino.
Durante este invierno 2014/2015 ya se han dejado notar las consecuencias de las inversiones llevadas a cabo. La incorporación de más y mejores servicios ha permitido, no sólo aumentar la rentabilidad –en los establecimientos reformados- sino también generar la oferta necesaria, alternativa al consolidado sol y playa, para atraer clientes fuera de la temporada alta. Productos como el spa y wellness, instalaciones y servicios deportivos, o la oferta gastronómica están funcionando como reclamo a segmentos de turistas que buscan ampliar su experiencia vacacional en las islas más allá del sol y el calor. El objetivo de empresarios y administración es potenciar esta tendencia iniciada para reducir definitivamente la estacionalidad.
El gran objetivo del futuro, plantean pues los empresarios turísticos, es fomentar, incentivar y poner en valor todos los avances conseguidos, además de proponer medidas complementarias que permitan seguir mejorando en la economía balear. Hay que garantizar que la generación de empleo continúe y que los efectos multiplicadores del turismo sobre el resto de sectores siga creciendo para seguir siendo un modelo en conocimiento económico-turístico.