El Imserso ha emitido una nota aclaratoria sobre el concurso público de Turismo de esta organización gubernamental a tenor de las críticas que ha recibido por parte de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), asociación en la que se enmarca la Federación Empresarial Hotelera de Eivissa y Formentera (Fehif), que calificó de «irresponsable» al Gobierno por impulsar un cambio que implica que se priorizará a los hoteles de cuatro estrellas frente a los de tres y una congelación en los precios durante los próximos tres años.
El Imserso recuerda a la patronal de los hoteleros que este criterio de valorar las candidaturas con hoteles de más de tres estrellas «viene utilizándose en los distintos concursos públicos desde hace más de 10 años» y matiza que en este último procedimiento «los pliegos contemplan la valoración del conjunto de la oferta hotelera». «Lo que se pretende es primar la mejor oferta. Incluso sin presentar ningún hotel de tres estrellas el licitador obtendría puntuación, cuando en anteriores concurso hubiera tenido por esta variable 0 puntos. Podrá salir adjudicataria una empresa que no oferte ningún hotel de 3 estrellas, siempre y cuando por obtener mayor puntuación en otras variables, alcancen la mejor valoración global», aclaran desde el organismo dependiente del Ministerio de Sanidad.
En cuanto a la congelación de precios, precisa que «el Imserso no fija el coste concreto de cada paquete, que vendrá en función de los cálculos que realice el licitador» y la negociación que estos realicen con los proveedores». Además, recuerda que el objetivo «prioritario» en su función es «favorecer la calidad de vida de las personas mayores», para lo que se busca que el precio fijo sea «el más asequible».
El hecho de que el Estado ingrese 1,50 euros por cada euro que invierte en el Programa es justificable, argumenta el Imserso, porque «gracias a esto el Programa puede pervivir».
Por último, la organización gubernamental aclara que este programa de turismo social para personas mayores pretende ofrecerles «vacaciones a precios reducidos» y considera que con las actuales circunstancias «cualquier modificación en el precio para los usuarios podría traer consecuencias negativas en la ocupación de la plazas», lo que traería consigo, según el Imserso, «una baja notable de la actividad económica y del mantenimiento del empleo.