La decisión que salió de la última junta de portavoces del Ayuntamiento de Eivissa de impulsar una moratoria para suspender de manera parcial la concesión de licencias de obra después de que el Supremo anulara el PGOU de 2009 por un defecto de forma no ha gustado al sector de la construcción. Cabe recordar que esta moratoria afectará a las licencias de obra nueva, no a los permisos para acometer reformas, que son los más abundantes en la actualidad.
Inseguridad
La Asociación de Constructores de Eivissa y Formentera, integrada en la patronal balear, recordó ayer que llevan «mucho tiempo» reclamando un marco de seguridad jurídica en el ámbito urbanístico. «No sé a cuántos proyectos podría afectar, aunque realmente hay más reforma que obra nueva. Nos ha pillado por sorpresa y opino que es un despropósito cambiar las cosas de un día para otro. Hace tiempo que digo que es necesaria una ordenación del territorio, pero se tiene que hacer con visión de futuro; lo que no puede ser es que la gente haga sus planes,haya luchado por conseguir financiación y de la noche a la mañana pase algo así. Esto no favorece a nadie, ni a constructores ni a promotores», explicó ayer Consuelo Antúnez, presidenta de esta asociación, quien prevé que la paralización de concesión de nuevas licencias se alargue en el tiempo. «Hay que seguir muchos trámites para redactar un nuevo PGOU; es todo un proceso administrativo que será largo», precisó.
La patronal hotelera, por su parte, recordó que la tendencia actual en el sector del alojamiento es más hacia los proyectos de reforma que hacia la obra nueva, por lo que la moratoria no afectaría en este aspecto, pero precisaron: «Según nuestra información hay al menos cuatro proyectos hoteleros de obra nueva que podrían verse afectados siempre que no tengan ya las licencias de obra concedidas», explicó Juanjo Riera, presidente de la Fehif, quien precisó que la inseguridad jurídica no es buena para su sector: «A los hoteleros todo lo que suponga una falta de seguridad jurídica nos parece mal ya que puede provocar que los inversores o bien paralicen durante un tiempo la ejecución de sus nuevos proyectos o directamente desistan de impulsarlos en el municipio de Eivissa».
La asociación Ocio de Ibiza, que engloba a nueve establecimientos de ocio entre beach-clubs y discotecas, defendió ayer que se trata de una «medida inteligente». «Ya hay demasiada oferta de ocio en la isla; creo que la decisión de la alcaldesa es buena porque la isla no necesita más discotecas ni locales de ocio sino conservar lo que ya está hecho. En Eivissa, el sector del ocio ya está bastante explotado y lo que hay que hacer es que se mejoren los locales ya existentes», aseguró José Luis Benítez, gerente de esta patronal del ocio.