Los empresarios náuticos de Sant Antoni han alertado que la proliferación de ‘tiqueteros' ambulantes está suponiendo «una amenaza para la economía» del municipio y lamentan que las administraciones no «aprecien» la magnitud de este problema, por lo que hacen un llamamiento para erradicar o paliar esta situación «antes de que sea demasiado tarde».
Los profesionales del sector calculan que hay entre 200 y 400 relaciones públicas ilegales que deambulan por las calles, playas y el paseo vendiendo tickets «de todo tipo» como excursiones marítimas, party boats o chárteres, así como entradas a discotecas o bares. No obstante, sobre todo, se quejan de que venden tickets de barcos que salen de Platja d'en Bossa, por lo que «diariamente cientos de turistas salen de Sant Antoni para ir a Platja d'en Bossa, donde se están gastando el dinero en vez de en Sant Antoni». Como se venden en el puerto portmanyí dicen que cada día acuden una media de tres a cinco personas que piensan que el embarque es desde Sant Antoni.
Pérdidas
Según aseguran, estos relaciones públicas «ilegales, sin licencia ni contrato» trabajan para empresas que no tienen «ningún tipo de alta fiscal» y «no pagan ni aportan ni un solo euro a Eivissa». Los empresarios han detectado alrededor de cinco organizaciones que se dedican a esta actividad y que están dirigidas por extranjeros. Los empresarios calculan que este fenómeno les supone una pérdida directa de dos millones de euros por temporada, mientras que indirectamente estiman que Sant Antoni pierde unos cinco millones.
Los empresarios denuncian que los ‘tiqueteros' «acosan» a los turistas, ya que «se sientan con ellos mientras comen y los paran por la calle» vendiendo tickets por las playas y los hoteles, lo que consideran una situación «insoportable» y una competencia desleal hacia las empresas que mantienen sus puntos de venta legales. También recuerdan que, «más allá de la legalidad de sus actividades, se establece que cualquier puesto dentro de Puertos solo puede vender excursiones propias». En este sentido, explican que una golondrina que va a Cala Bassa no puede vender una excursión de Eivissa a Formentera, por lo que «mucho menos vender una fiesta y transporte hasta algún bar o discoteca de Platja d'en Bossa».
Trabajo
Por otra parte, también apuntan que el trabajo de ‘tiquetero' se ha convertido en uno de los más demandados este verano para los jóvenes que vienen a Eivissa a trabajar, y que «las empresas ofertan y ‘contratan' a los jóvenes a través de las redes sociales, incluso antes de que lleguen a la isla, sin requerir NIE, ningún tipo de contrato ni licencia de relaciones públicas». Además, denuncian que estas empresas operan desde un bar en Sant Antoni y otro en Platja d'en Bossa, desde donde distribuyen cada día el trabajo, reparten los tickets y ofrecen también barra libre a sus clientes en los paquetes que ofrecen, que incluyen los tickets del barco, bar o discoteca y el transporte hasta Platja d'en Bossa.
La Estación Náutica de Sant Antoni y Sant Josep ya denunció esta situación la semana pasada tras recoger las quejas de los empresarios y recordó que los negocios que tienen una actividad autorizada en zonas portuarias tienen asignada una caseta y una de las condiciones es que no pueden salir del mostrador para vender su producto, por lo que no pueden competir contra los ‘tiqueteros' que venden por las calles y las playas. Además, la actividad de los relaciones públicas legales también está regulada por los ayuntamientos, que les obligan a llevar un chaleco distintivo y les limitan su actividad en zonas concretas cercanas a su negocio.
La Estación Náutica también recibió quejas de que algunos de los vendedores son protagonistas de robos a clientes y turistas, se dedican a la venta de drogas o realizan timos, vendiendo productos que no son reales.