El conocido relaciones públicas residente en Eivissa, Carlos Martorell, fue uno de los privilegiados que fue invitado por la productora Shine Iberia para participar en la gran final de la tercera edición del programa de televisión Master Chef que finalmente venció el toledano natural de Talavera de la Reina, Carlos Maldonado.
La final se celebró en el exclusivo restaurante Sublimotion, considerado el más caro del mundo al ofrecer un menú degustación a cargo del conocido chef Paco Roncero que cuesta 1.700 euros. Además, y tal y como explicó el propio Carlos Martorell a PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA consta únicamente de una pequeña sala con una mesa para doce comensales y «las paredes, techo y mesa se convierten en una pantalla global donde se proyectan imágenes de impactantes lugares y paisajes».
Precisamente en esa mesa y junto al conocido relaciones públicas estuvieron sentados un selecto grupo de personalidades relacionadas con la isla compuesto por el expiloto de motociclismo Ángel Nieto, Carmen Matutes, Abel Matutes Jr. y su esposa Linda, el escultor Lorenzo Quinn y su pareja Giovanna, la periodista Marta Robles, Kike Sarasola, Arantxa de Benito, Eduardo Velasco y Miguel Sancho.
Antes de entrar en esta sala los invitados fueron entrevistados por la conductora del programa Eva González en una terraza del hotel Hard Rock. Momento en el que Martorell aprovechó para mencionar los restaurantes que conoció en los años 60 cuando se instaló en la isla hace medio siglo, Es Quinqué, Los Pasajeros y Can Alfredo.
Menú de 5 platos y postre
Después, en la sala, los doce invitados pudieron degustar cinco platos y un postre: tortilla de camarones en globo; iceberg de gazpacho; mar en la boca; el huerto; el infierno; y de postre, París. De todos ellos, sus preferidos fueron la tortilla, la carne infierno y el postre «una versión creativa de las fresas con nata».
En este sentido, Martorell, que confesó que «los restaurantes donde la decoración es más importante que la comida no son los que más me gustan», alabó la presentación de los platos y las proyecciones, «espectaculares y una buena razón para ir a Sublimotion». Una idea, la de la cocina creativa, que sirve al conocido relaciones públicas para bromear tanto en entrevistas como en sus cuatro sitios de internet. «Cuando me preguntan cuál es el plato que yo cocino mejor, siempre contesto la muselina de clítoris de avestruz sobre un crujiente de arándanos caramelizados».