Eran las 12 del mediodía cuando un gran estruendo resonaba en la avenida Isidor Macabich de Eivssa. Uno de los chopos blanco que se alinean a ambos lados de la vía se venía abajo y quedaba cruzado sobre la vía y entre cuatro coches. «Ha sido un milagro. La ley de Murphy, pero al revés», señalaba Alejandro Matilla, testigo presencial del siniestro.
Los viejas raíces del chopo de unos 14 metros saltaron por los aires y el árbol cayó como una barrera sobre la vía, dañando dos vehículos estacionados a cada lado de la calle, un BMW y un todoterreno Hyundai. En la base del chopo permanecía enganchada una bicicleta que su propietairo había dejado encadenada.
El joven propietario de la boutique Trazos, localizada justo delante de donde se erguía el chopo caído, vio a través del escaparate cóm el árbol se desplomaba. «El ruido del impacto contra el suelo fue brutal. Como una explosión. Estaba atendiendo una clienta y nos hemos quedado sin palabras. Un gran estruendo».
Añadió que, «afortunada y sorprendentemente, el árbol no ha aplastado a nadie. Es la Isidor Macabich. Por ahí pasan coches sin parar desde primera hora hasta la madrugada. Podía haber golpeado un coche, una moto o cualquier peatón.Es un milagro», remarcó.
El árbol se vino abajo segundos antes del paso de dos autobuses y una motocicleta con dos ocupantes. En cuestión de segundos produjo un gran alboroto. Decenas de personas salieron de los establecimientos que hay en la zona atraídos por el ruido y la curiosidad.
Alejandro, quien apunta que hace días que veía al chopo «un poco más doblado de lo normal», salió inmediatamente a la calle para comprobar que no hubiese ningún herido y después fue uno de los vecinos de la zona que colaboraron con los agentes de la Policía Local en la retirada del árbol hacia el margen izquierdo de la calzada.
En el otro punto del escenario está una caseta de cupones de la ONCE. Cuarenta minutos después del sobresalto, José todavía está nervioso e inquieto porque su quiosco está custodiado por otros dos chopos blancos. «Ha sido un ruido muy fuerte y cuando me he dado cuenta ya tenía algunas ramas tocando la caseta. El quiosco se ha movido», relató José al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA. Al igual que su vecino de enfrente, José destaca la «gran suerte de que no pasase nadie en ese momento. Nos hemos librado de una desgracia».
A escasos metros se ubica una joyería-relojería, una de sus trabajadoras insiste en el hecho de que «parece increíble que no haya pasado nada a nadie. A mediodía esta calle es un ir y venir de gente por la aceras».
La avenida Isidor Macabich, una de las principales arterias de la capital, quedó completamente cortada durante unos minutos generándose un colapso. Rápidamente, llegaron agentes de la Policía Local que junto a diversos vecinos retiraron el árbol de la vía. Después llegó el turno de los operarios que procedieron a cortar el tronco en trozos para su retirada, un operación que se prolongó hasta la 13.30 horas.
El mal estado de la raíces del chopo habría desencadenado el accidente que se saldó con daños materiales en dos coches.