Los niños fueron los auténticos protagonistas en la misa oficiada ayer en la iglesia de Sant Agustí, en la que los más pequeños feligreses fueron bendecidos por el párroco local en una peculiar ceremonia introducida por el padre Álvaro cuando se incorporó a la Diócesis Pitiusa, hace ya unos años.
Durante el oficio, el sacerdote invitó a varios chicos y chicas a subir al altar para que dirigieran unas palabras a los creyentes que llenaban el templo.
Así, el pequeño Iván confesó no haber entendido las lecturas al inicio de la eucaristía. «A veces pasa», le animó el cura. Marta dudó si era mejor unirse a un grupo dotado con brújula (parábola de Dios) o hacerlo a otro que no dispusiera de ella, aunque finalmente optó por el primer grupo. Pablo respondió con un rotundo «claro» cuando el párroco le preguntó si todos debían dejarse guiar por el Señor. Cristina y Marian, dos niñas madrileñas que veranean en Eivissa, manifestaron la satisfacción que les produce ir a misa para «escuchar historias sobre Jesús». Durante el oficio, el párroco también se congratuló por la colaboración de sus parroquianos, pues la semana anterior lograron reunir una recaudación de 1.615 euros para los misioneros ibicencos, casi el doble de la cantidad sumada el año anterior.
Al término de la misa, Álvaro reunió a la cincuentena de niños que se encontraban en el oficio alrededor del altar y los bendijo. Les prometió unos caramelos antes de la salida, pero antes, los entretuvo con una serie de números de ilusionismo, aliñados con su alegre sentido del humor.
Las fiestas parroquiales de Sant Agustí se iniciaron el pasado sábado y se extenderán hasta el 20 de septiembre con un extenso programa repleto de música, cultura y tradición.
En el ámbito religioso, el próximo jueves a las 20.00 horas, el Día Grande de estas fiestas, se celebrará una misa en honor a Santa Mónica, patrona de Sant Agustí, en la que participarán los coros de majors de Sant Antoni y de Sant Agustí. Al día siguiente, a partir de las 19.00 horas, la iglesia acogerá una misa cantada por el coro parroquial de la localidad, seguida de una procesión y una exhibición de ball pagès a cargo de la Colla Es Vedrà.