Alrededor de medio centenar de personas sin hogar protagonizaron ayer un flashmob reivindicativo para exigir atención sanitaria, derecho al empadronamiento y, sobre todo, una vivienda en condiciones. El acto, organizado por Cáritas, fue en Vara de Rey al mediodía y terminó con una suelta de globos.
Mendy Krucz, una húngara residente en Eivissa desde hace 18 años que vive en la calle desde julio, y Ramón Huedo, monitor del centro de día, leyeron un manifiesto en el que reivindicaron el derecho a la asistencia sanitaria y un hogar recordando que «hay viviendas vacías cuando hay gente en la calle, no lo entendemos». Desmitificaron la figura de la persona sin hogar, «no queremos vivir de ayudas, sino trabajar». Aseguraron, además, que hay ayuntamientos que deniegan empadronamientos.
En el acto reclamaron su visibilidad ante la sociedad. «No tener a nadie es tenerlo todo perdido. Tenemos claro que no somos nada sin los demás», dijeron. Mendy relató que tiene una pensión contributiva y «es muy difícil conseguir una vivienda, que este año son muy caras». Entre los asistentes se encontraban familias con niños pequeños que han perdido su casa y que ahora se encuentran alojados en un hostal. Algunos de los asistentes lanzaron gritos reclamando «que se abran pisos con las puertas cerradas para los que no tienen; abrirlos que todos somos humanos».
En cuanto a la atención sanitaria, Huedo aseguró que «hay situaciones en la que la gente tiene la atención básica, una urgencia, pero nada más» y que hay casos en los que se le deniega la tarjeta sanitaria «porque no tienen la residencia».
El acto organizado por Cáritas se enmarca dentro de la campaña de personas sin hogar que realiza la entidad a nivel nacional y que se celebra el domingo pero ayer, a las doce del mediodía, todas las Cáritas de España realizaron el flashmob simultáneo «para denunciar y sensibilizar, queremos conseguir que nos escuchen y nos vean», dijo Belén Torres, trabajadora social y responsable del centro de día. Además de Cáritas, a esta campaña de Nadie sin Hogar se suman otros colectivos a nivel nacional que luchan contra la exclusión social aunque en el caso de Eivissa sólo estaba la entidad diocesana.