Una mujer de Sant Antoni, de nacionalidad marroquí, dio a luz anteayer alrededor de las dos y media de la madrugada en una ambulancia del 061 cuando se dirigía al hospital Can Misses.
El parto se produjo a la altura del túnel de Sant Rafel. El coordinador del 061, Ángel Crespo, estaba de guardia cuando recibió el aviso de la central de que una mujer, al final de la recta de su embarazo, se había puesto de parto. «En su casa ya había roto aguas, llamaron pero en el traslado de Sant Antoni, a la altura del tunel de Sant Rafel, tuve que asistir al parto», recuerda.
«La peculiaridad es que ha sido en ruta», dijo Crespo, que iba en la ambulancia de soporte vital avanzado con un técnico de emergencia y el enfermero. «Fue muy rápido», señala. El hecho de que fuera el segundo parto de la madre facilitó la llegada al mundo de Emran, que es así como se llama el niño.
De camino al hospital y viendo que llegaba el bebé, la ambulancia aminoró la velocidad pero sin pararse en ningún momento, porque había que llegar al hospital. «El traslado no fue largo, pero no pudo aguantar más. No se pudo parar. Fue todo bien, con un buen llanto al nacer. Un éxito y no hubo complicaciones».
El padre de la criatura, que viajaba en otro coche camino al hospital para acompañar a su mujer, se enteró del nacimiento cuando llegó al hospital de Can Misses. Al llegar al centro sanitario, finalizó el parto con la extracción de placenta. Madre e hijo se recuperan en Can Misses de la agitada noche de parto en una ambulancia.