Los consells insulares no desaparecerán si Ciudadanos logra gobernar tras las elecciones. Así de tajante se mostró la candidata ibicenca al Congreso por esta formación, Maite Planells, en el mitin que Ciudadanos celebró ayer en un hotel de Sant Antoni. Planells, en cambio, sí que defendió la eliminación de «instituciones caducas» como el Senado y se refirió a los «problemas endémicos» de los ciudadanos de Eivissa y Formentera que «ni PP ni PSOE han solventado», como el hecho de «pagar precios abusivos por billetes de avión y de barco mientras otros territorios disfrutan derechos y prestaciones que aquí no tenemos». Según dijo, Ciudadanos es «el único partido con las manos limpias capaz de hacer las reformas estructurales que necesita el país».
El eurodiputado Javier Nart participó también en este mitin en el que criticó el nacionalismo, que calificó de «rebuzno y un anacronismo profundamente contrario a las libertades de las personas». Nart se refirió también a la implantación del «catalán oficializado de Cataluña» en Baleares, ya que, a su juicio, «bajo la defensa de la lengua se pretende ampliar el espacio nacionalista». «Cuando se habla de Països Catalans se va contra la historia y contra el respeto de la gente», sentenció. El eurodiputado de Ciudadanos defendió la educación en castellano, catalán e inglés y señaló que la escuela tiene que ser «un vehículo de integración». También criticó que en Eivissa «supuestos príncipes repletos de petrodólares tengan inmunidad para hacer fiestas durante toda la noche» que la policía permite por «intereses económicos» y que en Formentera los grandes yates cometan «delitos ecológicos bochornosos» mientras las instituciones «miran hacia otro lado». Javier Nart hizo un llamamiento a «la subversión ciudadana para cambiar la partitocracia y criticó a «los políticos profesionales que nunca han conocido una nómina».
Por su parte, el cabeza de lista al Congreso por Baleares, Fernando Navarro, acusó al resto de partidos de «jugar sucio» contra Ciudadanos, especialmente Podemos que, según dijo, «utiliza la vieja política de satanizar al adversario sin hacer propuestas».