La Guardia Civil y la Policía Local de Sant Antoni intensificarán el control en las zonas del municipio donde se practica el botellón.
Además, se incrementará el control en la estación de autobuses de Sant Antoni para requisar botellas a los menores que lleguen con bebidas alcohólicas y se solicitarán también estos controles en estaciones de autobuses de otros municipios.
Estos son algunos de los acuerdos adoptados en la reunión celebrada en Sant Antoni para abordar esta problemática y en la que han participado las concejalas Aída Alcaraz, Neus Marí y Ainara Sánchez, además del director general de Deportes y Juventud, Fernando Gómez, efectivos policiales y Belén Alvite del CEPCA.
La responsable de Gobernación, Aída Alcaraz, ha avanzado que se establecerán también controles en bodegas y posibles puntos de venta de alcohol a menores y se aplicará el convenio para que policías referentes de todos los municipios puedan desplazarse y colaborar cuando haya acontecimientos con gran afluencia de jóvenes.
Asimismo, con responsables del Centro de Salud se ha acordado activar el Registro Unificado de Maltrato Infantil, RUMI, para notificar a Servicios Sociales la existencia de casos de menores con intoxicaciones etílicas e investigar si ha sido una situación puntual o es necesaria una intervención municipal.
Durante la reunión se ha destacado la necesidad de que los jóvenes de municipios donde no hay lugares específicos para su ocio puedan desplazarse en un autobús para disfrutar de actividades organizadas en centros juveniles de Sant Antoni, Vila y Santa Eulària.
El CEPCA ha pedido, por su parte, que se reactiven las jornadas formativas para padres.
Según Alcaraz, se celebrarán más reuniones para seguir trabajando en el problema del consumo de alcohol entre los menores y ha destacado la importancia de implicar a otros municipios y administraciones en la lucha contra el consumo de alcohol ya que "las actuaciones policiales nunca son una solución, sino la evidencia de que se ha fracasado con otras estrategias".