Largas colas se formaron durante la mañana de ayer frente Hotel Tres Carabelas & Spa, en Platja d'en Bossa, donde decenas de personas se acercaron a lo largo de toda la mañana atraídos por el mercadillo solidario en el que se vendieron a precio de ganga los muebles de este establecimiento del Grupo Sirenis. La recaudación se destinará íntegramente a favor de la Cruz Roja de Eivissa.
El hotel, que se encuentra en plena fase de reforma, cedió desinteresadamente su antiguo mobiliario a la organización humanitaria, que organizó un mercadillo en el que se vendieron sillas, mesas, escritorios, cabezales, espejos y otros muchos elementos a precios que iban desde los cinco euros de un espejo pequeño hasta los 35 euros de un mueble para el recibidor. Había, además, algunas combinaciones que se podían adquirir juntas o separadas, como un juego formado por una mesa y cuatro sillas de jardín que costaban 75 euros.
«Es una ganga», exclamaba una mujer, que sujetaba un espejo y una mesita de noche por los que había pagado 15 euros. Las caras sonrientes de los que abandonaban el hotel, cargados con sus muebles, contrastaban con las de los que todavía no habían podido entrar. «Llevamos casi media hora y estamos aquí plantados», se quejaba un joven.
Una cuadrilla de 14 voluntarios de Cruz Roja ponía orden en la entrada del establecimiento, donde se exhibía una muestra de los distintos elementos que se podían comprar. Tras abonar su precio, los visitantes podían acceder al edificio, donde había una cantidad ingente de sillas, mesas, mesitas de noche, cabezales de cama, escritorios, espejos y grandes paneles con imágenes características de la isla como unas fotografías de posidonia.
El presidente de Cruz Roja en Eivissa, Enrique Climent, explicó que esperaba recaudar más de 4.000 euros que servirán «para tapar muchos agujeros» en las cuentas de la entidad. «Tenemos muchos gastos en gasolina, averías de vehículos y pagamos muchos recibos de agua, luz e incluso alquileres a gente que lo necesita y esto será una pequeña ayuda», detalló.
Por otra parte, Climent quiso agradecer «la respuesta del pueblo ibicenco a la llamada que se hizo por falta de alimentos para la Unidad de Emergencia Social. «Ahora tenemos caldo para mediados de abril», bromeó.