Eivissa se mantiene por segundo mes consecutivo en estado de prealerta por sequía hidrológica tras caer sus reservas hídricas en febrero por debajo del 50%, según el índice elaborado por la conselleria balear de Medi Ambient y los datos publicados ayer por la dirección general de Recursos Hídricos. La isla había salido de ese estado en diciembre, momento en que se instaló por unas décimas en el nivel estable, pero en enero regresó a la prealerta que ha sufrido el régimen hidrológico de la isla en los dos últimos años (todo 2014 y 2015). La ausencia de precipitaciones mantiene los acuíferos ibicencos en niveles precarios mientras el Govern ultima el decreto de sequía para Eivissa.
En cuanto a la evolución de las reservas hídricas, las de Eivissa se encontraban en febrero al 48%, cinco puntos porcentuales menos que en enero y tres menos que hace un año, si bien hay que tener en cuenta que desde noviembre cambiaron los pozos de referencia en Sant Agustí, por lo que los porcentajes han experimentado un aumento desde entonces. Se trata del nivel más bajo de la última década. Lo habitual en estas fechas es que el nivel de los acuíferos rondara el 60%, incluso en años como 2010 o 2012 superaban la barrera del 70%.
En cuanto a la capacidad de las masas de agua de la isla, las reservas de Sant Antoni marcaron en febrero el cuarto mes consecutivo al 75%, solo un punto menos que hace un año, aunque en su caso el alto nivel se explica por el efecto de la entrada del mar. Los pozos revisados de Sant Agustí se hallan al 35% (un punto menos que en enero), los de Cala Llonga al 39% (cinco puntos menos que hace un mes y 27 menos que hace un año), los de Roca Llisa al 28% (descenso intermensual de nueve puntos), los de es Canar han subido dos dígitos, hasta el 64%, y los de Jesús se encuentran al 54% (igual que en febrero de 2015).