El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, defendió ayer el método utilizado para repartir las concesiones de las playas del municipio y señaló que la subasta fue «un ejemplo de claridad, objetividad y transparencia».
Agustinet apuntó que los elevados precios de la puja demuestra «el atractivo que tienen las playas de Sant Josep» y que «por primera vez nos aprovechamos del turismo de alto poder adquisitivo. ¿Tengo que pedir disculpas por esto? Yo creo que no», aseguró el alcalde josepí.
En cuanto a la pérdida de concesiones por parte de empresarios locales por culpa de la especulación llevada a cabo por algunos pujantes foráneos, Agustinet señaló no estar contento: «si yo pudiese, defendería el localismo como bandera, pero no puedo. Tampoco sé cómo evitar que los precis se disparen más allá de la línea de negocio». En este sentido, el alcalde de Sant Josep explicó que en las ocasiones que el Ayuntamiento ha aplicado criterios subjetivos como la antigüedad «nos han demandado judicialmente y nos han ganado, como cuando concedimos a la Asociació de Vecinos de Cala Vedella la gestión de la playa. Tuvimos que pagar más de 600.000 euros».
Agustinet también quiso destacar que a finales de los años noventa del pasado siglo «ya hubo licitaciones que provocaron cambios en concesiones históricas que provocaron un cambio más grande que el actual», y apuntó que su actuación es «en defensa del interés público, del de todos».
En relación al empresario canario que está siendo juzgado en un caso de tráfico de drogas, Agustinet señaló que «no se podía evitar, si no está inhabilitado para concurrir en concursos públicos puede hacerlo». El alcalde explicó que la subasta a mano alzada es el último paso de todo un proceso «que se inicia mucho antes con la comprobación de las garantías técnicas y económicas».
Sobre esta cuestión, la portavoz del Partido Popular en el Consistorio josepí, Neus Marí, criticó «las bases muy abiertas» con las que se podía concurrir a la subasta. «Con sólo un certificado del banco de que eres un buen cliente ya se podía optar a ella», señaló ayer la portavoz del PP.
Neus Marí calificó la subasta como «un espectáculo lamentable» y recordó que en el momento en que se propuso este sistema para la concesión de los servicios en las playas «ya nos opusimos porque sabíamos que las playas de Sant Josep son muy atractivas y se fomentaría la especulación. Lo que queremos es que se dé un buen servicio y una buena imagen, no sacar dinero porque sí».
Para Neus Marí «no se debería haber permitido llegar a los extremos que se vieron ayer en el Ayuntamiento de Sant Josep, con un ambiente tenso y desagradable para gente de la localidad que ha tenido durante años la concesión y que ahora la han perdido al haberse tenido en cuenta sólo la cantidad económica por encima de cualquier otro servicio o criterio».
La exalcaldesa señaló que «se han vendido las playas al mejor postor. Al final, ha sido la adjudicación más millonaria y menos social, quedando fuera de las playas la gente de aquí, con concesiones de hace años frente al capital de las nuevas sociedades especulativas». Marí apuntó que «empresas de fuera vinieron a fastidiar a las de Eivissa haciéndoles pagar cantidades millonarias».
En este sentido Neus Marí dudó que algunas de las adjudicatarias «puedan cumplir con el pliego de condiciones y luego nos quejaremos si hay más hamacas de las permitidas». El Grupo Popular señaló en un comunicado que pedirá explicaciones al equipo de gobierno en el próximo pleno ordinario en el Ayuntamiento de Sant Josep.