De padre ibicenco y madre holandesa, Irene Costa Daalmans (Sant Mateu, 1982) estudió Fisioterapia en la Universidad Autónoma de Barcelona en 2003 y Enfermería en la sede de la UIB de Eivissa en 2011. Fue una de las profesionales, como fisioterapeuta, que inauguró el Hospital de Formentera en 2007. Seis años después volvió a Eivissa donde ha ejercido como enfermera en diferentes destinos hasta que en marzo de 2014 se liberó como delegada sindical del sindicato SATSE. El pasado 5 de mayo fue elegida presidenta de la junta de personal del Área de Salud de Eivissa y Formentera.
—¿Qué ha supuesto su nombramiento como presidenta de la junta de personal?
—Supone una responsabilidad y un reto este nombramiento. Las decisiones adoptadas en la junta son por mayoría y la presidenta es la portavoz. Es una responsabilidad, porque es muy importante transmitir a la Gerencia las necesidades de los trabajadores y viceversa, que nos transmitan soluciones a los problemas de los trabajadores.
—¿Han tenido alguna reunión ya la nueva junta de personal?
—Tuvimos la primera junta en la que se me eligió como presidenta y se pidió una reunión urgente con el gerente, Josep Bauzà, porque había una serie de problemas que queríamos arreglar. Fue muy fructífera la reunión. Hay un problema de comunicación porque los profesionales están a un nivel y la Gerencia a otro. Nosotros estamos para velar que esa comunicación sea la adecuada y se de respuesta a las necesidades de los profesionales. Hay que trabajar conjuntamente para que la comunicación sea fluida.
—¿Por qué dice que no hay comunicación?
—Los profesionales transmiten ciertas opiniones o problemas que podían ser evaluables y parece que no terminan de llegar a donde debería. Se debería evaluar a ver qué pasa. Acuden a nosotros por un problema cuando a lo mejor se podía haber solucionado antes si hubiera una comunicación fluida. Ya se lo dijimos al gerente y está totalmente de acuerdo. Queremos trabajar con ellos para mejorar el Área de Salud de Eivissa y Formentera.
—¿Había antes más comunicación?
— El problema se ha dado cuando se ha distorsionado el espacio. El hospital pequeño era más proclive a tener una relación más cercana. La Gerencia está en el edificio antiguo. Es verdad que se pueden transmitir los problemas a través de los supervisores y coordinadores, pero o bien llegan y no se solucionan o no llegan. Hay que valorar lo que está pasando.
— ¿Cuáles son las principales reivindicaciones del colectivo de enfermería al que representa?
— Primero de todo sería importante ver que la dotación sea la adecuada. Estamos en un área infradotada económicamente y eso supone una infradotación de recursos profesionales que implica también que las necesidades asistenciales no estén totalmente cubiertas.
— ¿Por qué dice que está infradotada?
— Hemos tenido una reunión con la Gerencia del Área de Salud y la dotación presupuestaria era la misma que el antiguo hospital. Si se ha aumentado el número de profesionales tendría que tener una dotación económica mayor. Están intentado que los servicios centrales del Ibsalut cedan. Nos vemos limitados. Es un trabajo que tenemos que hacer conjuntamente con la Gerencia porque Eivissa y Formentera somos unas islas que no tenemos la dotación que pueda tener Mallorca. Es importante que haya una dotación económica que conlleve una mejora asistencial. La dotación económica no era para un hospital nuevo.
— ¿Cómo afecta esta situación en el día a día del hospital?
— Estos últimos meses teníamos un presupuesto limitado y se intentaba no pasarnos tanto en el capítulo 1 de personal. Lo que se hacia era no contratar, cubrir entre los profesionales y eso supone un desgaste.
— Es decir, poniendo parches.
— Sí y no contratando a personal. Supone un desgaste. No sabíamos por qué la Gerencia no estaba contratando. Los profesionales nos decían que les pedían que hicieran más turnos, que no eran obligados, eso es cierto. Venimos de un traslado de un hospital pequeño al que nos hemos ido hace poco más de un año y eso supone un desgaste de los profesionales por la implicación y la excelente coordinación que se hizo y por querer mejorar.
— ¿Qué os han dicho desde la Gerencia de que Palma no le dan más dinero?
— Parece que van a ceder pero creo que la idiosincrasia de Eivissa y Formentera cuesta entenderla en Mallorca. Por ejemplo, las ratios de enfermería en Urgencias: si utilizamos el número de urgencias anuales, las ratios de enfermería son suficientes. Vale, hasta ahí bien. Pero, qué pasa con la estructura? Ahora tenemos una estructura en U y eso supone que los profesionales tengan que moverse mucho más para hacer el mismo trabajo. Los tiempos de respuesta son más altos, no son los mismos que antes que estaban mucho más cercanos. Por la estructura debería dotarse de nueve enfermeras por turno. Los tiempos de desplazamientos son más altos si se ha de ir de un servicio a otro y eso se debería estudiar. Quizás no se está valorando y debería estudiarse los tiempos de desplazamiento dentro del hospital. Los profesionales hicieron un esfuerzo máximo en el traslado y en la adaptación al nuevo espacio.
— ¿Y si no se dotara económicamente?
— Creo que sí se va a dotar, lo que no es lógico que la dotación económica de un hospital recientemente abierto sea la misma que la del antiguo. No tiene ningún sentido. El Ibsalut le está exigiendo a los gestores del hospital que hagan malabarismos a cuenta de los trabajadores y eso es imposible.
— ¿Es Urgencias el servicio que necesita de la dotación de más refuerzos?
— Además de Urgencias, también se tendría que ver cómo están las plantas, sobre todo las que tienen más carga asistencial, como internas o médicas. Cuando se abrió el hospital se intentó mantener abierta la mitad de la planta F de Medicina Interna, pero al mes se tuvo que abrir al cien por cien por la presión asistencial y se han desdoblado las habitaciones. Qué está pasando? Habría que valorar si se necesita más camas sociosanitarias. Abres un hospital que es tres veces más grande y tenemos que desdoblar para tener más camas. No se trata sólo de Urgencias, sino hay varios puntos susceptibles de estudio para mejorar. Hay que evaluar la estructura y la presión asistencial. El Área de Salud tiene que estar en continua mejora porque siempre se va a detectar algo que se va a mejorar.
— ¿Falta personal entonces el nuevo hospital?
— Los profesionales están sobresaturados. Cuando se cubren los turnos entre ellos genera un agotamiento de los profesionales. Si los haces unos cuantos días no pasa nada, pero una temporada no puede ser. Hay que trabajar para que la dotación sea la adecuada a la necesidad asistencial de los ciudadanos de las islas.
— La junta de personal cuestionó los servicios que presta la concesionaria ¿Cómo los valora? ¿Ha mejorado el servicio?
— Las críticas que nos llegan siguen siendo las mismas. La empresa hace la concesión pero después hace subcontratas y se nos escapa del control. La Gerencia dice que hay que ir a lo pliegos, que cuando no se cumplen con las condiciones pactadas se les hace una reclamación dineraria, pero qué pasa mientras tanto con el servicio de comida o lavandería que no es lo ideal que debería ser. Antes levantabas el auricular del teléfono y lo solventabas con un compañero de mantenimiento, mientras que ahora se hace todo a través de un programa informático que te quita un equis tiempo y todo esto supone un poquito más de carga para los trabajadores.
— Está la situación complicada pese a que cuentan con un hospital nuevo.
— Hay ganas de trabajar. Me quedo con lo bueno y es que vamos a intentar llegar a un consenso con todos los miembros de la junta, que es un órgano colegiado al que se puede dirigir todo el mundo, y trabajar conjuntamente con la Gerencia para ir resolviendo conflictos o solucionando problemas.
— ¿Qué tal vuestra relación con el resto de sindicatos?
— El Sindicato de Enfermería hizo un reconocimiento a unas enfermeras en Mallorca, igual que se hizo en Eivissa. La consellera de Salut acudió como enfermera y entiendo que si otros sindicatos hicieran un reconocimiento de enfermería también acudiría si la invitan.
— En las elecciones sindicales para renovar la junta de personal han ido, por primera vez, por separado del Sindicato Médico. ¿Cómo son las relaciones?
— Muy buenas. Siempre hemos tenido respeto y colaboración y la profesión de enfermería pedía esta separación, pero tenemos unas relaciones muy cordiales.
— ¿Seguirán compartiendo despacho como hasta ahora?
— La Gerencia nos va a dar un despacho cada uno. Nos ponemos en la planta 0 del antiguo hospital, porque no hay sitio para nosotros en el nuevo. Desde un principio faltaban despachos para médicos y supervisores y no había para nosotros.
— Un médico y un enfermero de urgencias del centro de salud de Sant Antoni sufrieron una agresión de un turista británico el pasado fin de semana. ¿Han detectado un aumento de las agresiones del personal sanitario?
— Habría que ver los datos del servicio de Prevención, pero condenamos esta agresión y se tiene que trabajar para que no haya este tipo de agresiones.
— ¿Cómo se han de hacer frente a estas situaciones?
— Tendríamos que tener formación para este tipo de conflictos que son difíciles de manejar. Se pone una dotación de seguridad en el centro de salud de Sant Antoni por la situación y los picos de agresión que suele haber en verano por el tipo de pacientes que suele ir a Urgencias pero sí que es verdad que nunca está demás la formación. No obstante, aunque tengas formación se puede dar estas situación y por eso se debe poner seguridad porque cuando llega un paciente con unas características puede que no razone y ahí está el peligro.
— Uno de los problemas en Eivissa es el elevado precio del alquiler de viviviendas en temporada ¿Os llegan quejas del sindicato?
— Este año todavía no, pero el pasado hubo gente que vivía en situaciones limite porque no encontraban una vivienda digna pero este año va con el mismo camino. El problema de la vivienda no es sólo para el personal sanitario sino para cualquier profesional que venga a trabajar. Hay que buscar una solución para poder sustituir a los profesionales.