El Ayuntamiento de Vila salió ayer al paso de las quejas expresadas en el último pleno de la institución por el concejal del PP Àlex Minchiotti a raíz de los problemas surgidos en la procesión de la Virgen de las Nieves del pasado domingo que obligaron al obispo Vicente Juan Segura a pararla de manera momentánea ya que no se cortó el tráfico a la altura de s'Alamera.
Desde Vila aseguraron que las incidencias «no son atribuibles a la mala práctica o la desidia de los agentes de la policía local ni al equipo de gobierno» y destacaron que desde la policía se decidió modificar el itinerario propuesto por el Obispado para evitar procesionar por calles en sentido contrario y no alargar innecesariamente el recorrido, además de «la gran densidad de vehículos y con el objetivo de evitar accidentes y garantizar la seguridad vial de los participantes y otros usuarios».
Según señaló ayer el equipo de gobierno y a la vista de los informes policiales, antes del inicio de la procesión se pidió a los integrantes de la cabecera «que se mantuviesen unidos y avanzaran de forma fluida», además de advertirles que la comitiva pasará por la calzada sur de s'Alamera «in que pusieran ningún impedimento».
La versión del Ayuntamiento señala que «a la salida de la calle Aragón la procesión se paró sin motivo aparente, produciéndose un corte y quedando separada en dos, por lo que los agentes optaron por dar salida a los vehículos que se encontraban detenidos en la avenida España». Fue en ese instante cuando el obispo y otras personas del Obispado «recriminaron los cortes a los agentes sin interesarse por las razones», señaló ayer el equipo de gobierno, que reiteró que «no se actuó de mala fe por parte de nadie sino que se llevaron a cabo todas las gestiones para el desarrollo normal de este acto».
Ninguna queja del Obispado
El Ayuntamiento de Vila también apuntó ayer que hasta el momento no ha recibido ninguna queja formal por parte del Obispado pero que está «a su disposición para comentar los hechos y mejorar la coordinación de cara a próximas ediciones». Desde Vila también echaron en cara al Obispado que no solicite permiso por registro de entrada «como hace cualquier otra entidad que organiza un evento que afecta a la vía pública, sino por una simple comunicación dando por hecho que el recorrido propuesto es el correcto y viable».