Dos mujeres detenidas, un club de alterne precintado y abundante documentación intervenida. Es el balance provisional de una operación policial contra la explotación sexual y el crimen organizado desarrollada ayer en el barrio de ses Figueretes.
El operativo de la Policía Nacional irrumpió a primera hora de la mañana en un local situado en el número 38 de la calle Galicia de Vila. La investigación está bajo secreto de sumario y la bautizada como Operación Mar tendría ramificaciones y conexión con otros puntos de España.
En la entrada y registro del club Red Zone participaron agentes de la comisaría de Eivissa de la Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF), así como efectivos de Palma y dos perros adiestrados en la búsqueda de drogas y dinero.
La operación estaba ordenada y supervisada por el juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa.
El registro del establecimiento se prolongó durante más de cuatro horas. En torno a las 14.00 horas, los agentes retiraban varias cajas repletas de documentación. Paralelamente, varias mujeres abandonaban el local cargadas con maletas y con sus pasaportes en la mano.
Los agentes iban pertrechados con una pata de cabra ya que el local cuenta con una puerta doble para acceder a su interior.
El dispositivo policial también registró y precintó un local anexo que estaba cerrado con una gran persiana, que tenía una serie de agujeros en su parte superior como ventilación. Algunos vecinos apuntaron que algunas de las chicas podrían alojarse en el mismo local. De hecho, a medida que fue avanzando el registro, los agentes fueron sacando maletas y bolsas que contenían gran cantidad de ropa.
Las dos detenidas abandonaron el local esposadas y custodiadas por los agentes hasta dos coches sin rotular.
Las dos mujeres fueron trasladadas hasta las dependencias policiales para prestar declaración y en las próximas horas podrían pasar a disposición judicial.
Investigación
La fase de explotación desplegada ayer es el resultado de una investigación que se remonta a semanas atrás y que habría puesto el foco en diferentes actividades ilegales que estarían desarrollándose en el local registrado y precintado.
La UCRIF de la Policía Nacional es la unidad del Cuerpo especializada en la investigación de las actividades delictivas relacionadas con la trata de seres humanos, el tráfico de personas, la inmigración ilegal y las falsedades documentales en esta materia.
La operación policial desplegada ayer en Eivissa es, por el momento, la última que se ha desarrollado en la isla en un verano intenso con media docena de golpes policiales de envergadura.
El primer despliegue policial se produjo a principios de julio y supuso la desarticulación de una supermercado de la droga que operaba en sa Penya y Cas Serres. La Policía Nacional intervino gran cantidad de sustancias estupefacientes y más de 80.000 euros en efectivo.
Semanas después, un amplio despliegue de la Policía Nacional se cobraba la detención de nueve personas en Sant Jordi y Sant Josep. En una mansión de Cala Vadella era detenido el cabecilla de una organización dedicada al tráfico de armas internacional.
LA NOTA
Quejas vecinales
El despliegue policial fue seguido a lo largo de la mañana por los vecinos de los edificios y establecimientos más cercanos al club de alterne situado en el número 38 de la calle Galicia.
La mayoría de los vecinos consultados expresaban su satisfacción por la acción de la Policía Nacional y manifestaban su malestar por «los problemas, ruidos y escándalos generados en el establecimiento», señalaron.
«Ya era hora de que cerrasen ese local porque ahí habían muchos movimientos extraños», señaló una vecina de un inmueble próximo mientras observaba cómo se llevaban a las detenidas. Algunos de ellos apuntaron que las denuncias eran constantes.
El local registrado y precintado está localizado en una zona de ses Figueretes donde se ubican diversos clubs de alterne.