La Policía Local de Sant Josep abortó el domingo una fiesta ilegal en una vivienda de Benimussa, donde se habían reunido más de 200 personas.
Según informaron ayer fuentes municipales, fue el alcalde de la localidad, Josep Marí Ribas ‘Agustinet', quien advirtió y avisó a la Policía Local de que se estaba desarrollando una fiesta ilegal que estaba causando molestias a los vecinos de la zona.
Las mismas fuentes informaron sobre las 09.45 horas del domingo circulaba con su vehículo por un camino de Benimussa y se topó con un colapso circulatorio.
Al bajar del vehículo, se encontró con varios vecinos que le informaron que se estaba detectando una gran afluencia de gente que iba hacia una vivienda particular, supuestamente a una fiesta no autorizada.
Además, algunos de los participantes increpaban a los residentes de la zona que habían ido a quejarse de la situación.
El alcalde alertó a la Policía Local de los hechos y reclamó su intervención.
Intervención policial
Una vez en la vivienda, los agentes comprobaron que había un dj y que se había habilitado una zona como bar.
Dos personas se encargaban de servir comida mientras que otras dos ejercían funciones de seguridad.
Asimismo, se habían instalado dos baños móviles.
Después de que los agentes ordenaran el desalojo de la vivienda, se contabilizaron 220 personas, 28 coches y 5 motos.
A pesar de que los agentes no observaron ninguna caja registradora, algunos de los asistentes a la fiesta manifestaron que habían pagado una entrada de 20 euros en una discoteca de la isla.
Aún así, ninguno de los perjudicados quiso plasmar una reclamación en el acta policial, una situación que, según recoge el atestado, habría sido motivada en parte por la presión y los comentarios de otros asistentes al evento.
El propietario, por su parte, alegó que se trataba de un cumpleaños de tres personas, por lo que no se cobraba entrada.