Un barracón comedor donde a mediodía han llegado a alcanzarse los 46 grados. Un mismo habitáculo donde en invierno no te puedes quitar el abrigo. Unos baños propios de los años 70 y unas instalaciones eléctricas que no resisten la instalación de un sistema de aire acondicionado. Estas eran y siguen siendo hasta ahora algunas de las carencias que reúne el Colegio Público de Can Misses. Este curso se suma un déficit añadido que supera un límite que ni padres ni centro pueden permitir: la falta de personal especializado para tratar a los 17 alumnos con necesidades especiales que estudian en el colegio.
Para denunciar esta situación, más de medio centenar de padres hicieron sentir su protesta con una sonora cacerolada que se prolongó durante 15 minutos. «Somos un centro luchador y seguiremos luchando, insistiendo con nuestros medios», señaló Joan Amorós, director del C.P. Can Misses.
El centro y la asociación de padres y madres (Apima) van de la mano para trasladar sus reivindicaciones a la Conselleria de Educació.
El presidente de la asociación de padres del centro, Paco Serra, subrayó que la protesta «se sustenta en argumentos de peso porque se trata de reivindicar derechos para nuestros alumnos más necesitados, derechos que, por desgracia, nos han quitado». El centro cuenta con 17 alumnos con necesidades especiales y solicitó apoyos para siete pero la Conselleria sólo les ha dado para cuatro. «Tenemos tres alumnos que no van a tener ningún tipo de apoyo. Esto supone que habrá tres aulas donde prácticamente no se podrá impartir clase este año. Es una situación muy preocupante. Tres niños estarán desatendidos. Creemos que es algo muy grave y esperamos que el Govern aporte estas personas de más para apoyar a las clases. No tenemos ayuda y encima nos ponen trabas», sentenció.
Por su parte, el director del centro hizo hincapié en que «son muchos años reivindicando infraestructuras, 9 años reclamando una instalación eléctrica y unas mejoras que no llegan». No obstante, subrayó que este curso lo preocupante es la situación en que queda el centro tras el cambio de criterio de la Conselleria sobre los alumnos conductuales. «Han quitado los Auxiliares Técnico Educativo (ATE) y eso provoca muchas dificultades». Amorós explicó que hay niños con «conductas de escapismo que, si se ponen nerviosos ,llegan a tirar sillas por el aire. Eso es muy peligroso».
Paco Serra señaló que el Govern se «llena la boca de decir que somos un centro especializado pero no tenemos grupo de apoyo. Cada año lo mismo y estamos hartos, por ello esta protesta y seguiremos hasta obtener una respuesta. Tenemos los mismos profesores que el año pasado pero han entrado tres pequeños con máxima necesidad, dos son autistas que el mismo Consell ha diagnosticado que necesitan un aula hueco para facilitar su adaptación. Pedimos algo justo, básico», sentenció.
LA NOTA
Condiciones denunciadas ante el Defensor del Menor
En el comedor con casetas de obra se han llegado a alcanzar 46 grados de temperatura a las 14.30 horas. Este hecho está denunciado ante la Oficina del Defensor del Menor e Inspección de Trabajo. «Nos visitaron y nos dieron la razón» señaló Paco Serra, quien también denunció las malas condiciones de los baños o una instalación eléctrica deficiente».