La sección segunda de la Audiencia Provincial acordó ayer una pena de dos años de cárcel y tres años de alejamiento para un vecino de Sant Josep juzgado por un delito de abusos sexuales a una menor de 9 años.
El juicio se celebró por videoconferencia y el acusado aceptó el acuerdo de conformidad que previamente habían cerrado la defensa y el Ministerio Fiscal, que en un principio solicitaba una pena de 4 años y 6 meses de prisión.
Además, M.G.G., deberá indemnizar con 3.000 euros a la víctima, una menor de 9 años, sobrina de la pareja sentimental del acusado.
Los hechos se remontan al 29 de enero de 2012 cuando el acusado, «aprovechando que la menor se quedó dormida en el sofá, con ánimo libidinoso, le bajó los pantalones y las bragas y le tocó los genitales, hasta que se despertó y huyó de la vivienda».
Según el escrito de acusación, los hechos eran constitutivos de un delito de abusos sexuales con el agravante de abuso de confianza.
Suspensión del juicio
La Audiencia Provincial también tenía fijado para ayer el juicio a un hombre acusado de intento de homicidio, pero finalmente se suspendió, ya que el acusado decidió a última hora cambiar a su abogado.
El Ministerio Fiscal solicita para Alejo M.A, paraguayo de 35 años, un total de seis años de prisión y prohibición de comunicación y aproximación a la víctima a una distancia de 200 metros durante diez años.
Según el relato de los hechos, el acusado, que está en prisión desde el 18 de agosto, intentó lanzar a su expareja desde un ventanal de un sexto piso de la avenida Isidor Macabich de Vila.
El acusado se dirigió a la casa de su expareja en Ibiza y accedió al mismo aprovechando que la compañera de piso de la víctima salía del domicilio para trabajar.
Una vez en el interior de la vivienda, el acusado, «llevado por los celos, comenzó a golpear las puertas de las diferentes estancias para comprobar que la mujer estaba sola y se abalanzó sobre ella gritando eres una hija de puta y está con un puto negro. Agarró a la víctima de espaldas por los brazos y el cuello, arrastrándola a través del pasillo de la vivienda hasta un ventanal que se encontraba abierto con la intención de tirar a la joven por la ventana y acabar con su vida», señala el escrito fiscal. La intervención de dos agentes de la Policía Nacional evitó que el acusado llevase a cabo sus intenciones de acabar con la vida de la chica.