El edificio ubicado en la UA27, la manzana más degradada de sa Penya, albergará once viviendas de protección oficial que se destinarán a alquiler y equipamiento municipal, según señala el proyecto de rehabilitación presentado ayer por el conseller de Habitatge i Energia, Marc Pons y el alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz.
El edificio, situadas en las calles Alt y Retir, tendrá viviendas de entre 45 y 75 metros cuadrados y ocupará una superficie total de 940 metros cuadrados distribuidos en tres niveles, planta subterránea y dos plantas.
El proyecto, que tendrá un presupuesto aproximado de un millón de euros financiados a través del Consorci Patrimoni de la Humanitat, está listo para que los técnicos municipales de Vila le den el visto bueno y pase toda la tramitación administrativa en diferentes comisiones de seguimiento como la del PEPRI. Además, el Ayuntamiento deberá redactar también el proyecto ejecutivo de la obra y sacarla a concurso, por lo que se calcula que la rehabilitación del edificio no se pondrá en marcha hasta el próximo año.
Proyecto ‘exprés'
El alcalde de Eivissa, Rafa Ruiz, destacó la «diligencia» de los técnicos del Govern balear que han elaborado este proyecto en solo dos meses tras la firma el pasado mes de julio del convenio entre Consistorio y Conselleria y que tiene, según afirmó, «un doble objetivo: rehabilitar un espacio en un barrio emblemático de la ciudad y facilitar el acceso a la vivienda de los residentes».
Por su parte, el conseller Marc Pons, anunció que el Govern aportará 140.000 euros para costear parte de las obras de un proyecto que, como remarcó, presentaba «dificultades añadidas», entre otras cuestiones, porque ha convertido las 44 infraviviendas que había en solo once.
El arquitecto encargado de redactar el proyecto, Óscar Canalis, destacó que las viviendas de la UA27 estaban «trituradas y fragmentadas», una circunstancia a la que se ha añadido la necesidad de respetar la volumetría y parte de la estructura original del edificio. «Hemos trabajado en la superposición de espacios teniendo en cuenta que teníamos que respetar la fragmentación estructural del edificio», indicó. Además, según explicó, el proyecto se ha realizado «sobre el papel» dado que los arquitectos no han podido acceder al interior de unas viviendas que permanecen tapiadas desde los desalojos efectuados el pasado mes de abril y, posteriormente, selladas con un muro de hormigón para evitar los sucesivos intentos de ocupaciones que se produjeron posteriormente.
El futuro edificio incorporará además un espacio para equipamientos municipales de 273 metros cuadrados que todavía no está definido, aunque el alcalde Ruiz afirmó que, entre las posibilidades que se están barajando, se encuentra la de instalar un viejo horno tradicional.
Ruiz visita sa Penya
Tras la rueda de prensa de presentación del proyecto, el conseller de Habitatge y el alcalde de Vila se desplazaron a sa Penya junto a los arquitectos responsables del proyecto para visitar la UA27 y la parte más degradada del barrio custodiados por agentes de la Policía Local de Vila.
Además de la rehabilitación del edificio, el Ayuntamiento de Eivissa, según explicó el alcalde, pretende «potenciar» la zona y los edificios municipales ya existentes como sa Pedrera o la Casa Broner. «Uno de los objetivos del proyecto es que haya gente viviendo en sa Penya», recalcó.
L A N O T A
Alquileres sociales de entre 200 y 300 euros al mes
Las futuras viviendas protegidas de sa Penya tendrán entre una y dos habitaciones e incluirán sala de estar, comedor y cocina.
Una vez terminadas, el Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) se encargará de alquilarlas por unas cantidades que oscilarán aproximadamente entre los 200 euros para los pisos de un dormitorio y los 300 euros mensuales para los de dos. Los pisos se construirán siguiendo criterios de ahorro energético y tendrán el acceso por la calle Alt.