La recuperación económica en Balears y el alargamiento de la temporada turística se han traducido en un incremento de la contratación de fijos discontinuos, una modalidad muy ligada al sector turístico por su estacionalidad. Como se aprecia en el gráfico adjunto, y según los datos de la Tesorería General de la Seguridad Social, en todos los meses de 2016 se superaron las cifras de contratos fijos discontinuos de los últimos dos años.
Desde la Conselleria de Treball explicaron que la sucesión de varias temporadas turísticas buenas ha provocado que muchos contratos temporales se hayan convertido este año en fijos discontinuos, lo que califican como «un efecto natural del mercado laboral». Asimismo, atribuyen parte de estas conversiones al plan de lucha contra la precariedad, tanto por su efecto disuasorio como por las propias inspecciones. El conseller de Treball, Iago Negueruela, ha reivindicado en más de una ocasión que los puestos de trabajo estructurales «no se deben ocupar con empleos temporales».
Plan de inspección
Durante el plan especial para combatir la precariedad que se llevó a cabo el pasado verano por segundo año consecutivo, los inspectores revisaron 9.256 contratos temporales, de los que 3.381, es decir, una tercera parte, estaban en fraude de ley y se transformaron en indefinidos. Estas transformaciones incluyen también los que se convirtieron en fijos discontinuos.
Los meses con más contratos bajo esta modalidad son julio y agosto, en plena temporada. El verano pasado se superaron los 70.000 contratos fijos discontinuos de mayo a septiembre, una cifra que no se alcanzó en los años previos. Sin embargo, para los sindicatos es insuficiente. UGT y CCOO consideran que tras haber registrado una temporada turística récord, con la mayor llegada de visitantes de la historia, tendría que haber tenido un mejor impacto en el mercado laboral de las Islas.
De todos modos, el alargamiento de la temporada ha tenido un impacto positivo y ha permitido a muchos trabajadores con contratos fijos discontinuos trabajar durante más meses. En 2016, las llamadas a estos empleados para incorporarse a su puesto de trabajo se iniciaron antes de lo habitual y su actividad también se prolongó más allá del mes de septiembre. Este hecho permite que muchos fijos discontinuos coticen durante más meses y puedan acceder así a cobrar el paro.