Las fuertes rachas de viento que soplaban ayer provocaron un nuevo cierre del puerto de la Savina a primera hora de la mañana. El cierre esta vez apenas se prolongó durante dos horas, pero fue suficiente para dejar una serie de problemas en cadena en la Pitiusa menor.
El puerto de Formentera cerró el tráfico a las 7.50 horas debido a las fuertes rachas de viento que dificultaban la entrada y salida de los barcos que hacían las primeras conexiones del día.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había decretado alerta amarilla por fuertes vientos y las previsiones se cumplieron. Se registraron rachas de cerca de 80 kilómetros por hora y fenómenos costeros con intervalos de fuerza siete.
El fuerte viento que azotaba las islas desde la madrugada causaron nuevos problemas al buque Posidonia. Como ya sucedió semanas atrás, la embarcación no pudo atracar en el puerto de la Savina y tuvo que regresar al puerto de Ibiza tras 30 minutos esperando sin éxito.
En el puerto de Ibiza, decenas de personas se quedaron en tierra esperando que el temporal diese una tregua y poder tomar el barco que les llevase a Formentera para acudir a su puesto de trabajo.
Agendas trastocadas
Entre los efectos colaterales que provocó el cierre del puerto de Formentera destacaron la alteración de planes que sufrieron los vecinos de la Pitiusa menor que tenían una cita con médicos especialistas.
Según informaron fuentes del Ib-salut, la clausura del puerto afectó a las consultas de dos especialistas en el Hospital de Formentera. Las quince citas que tenían pacientes de digestivo se vieron afectadas y también fueron reprogramadas al próximo lunes las visitas que tenían 18 usuarios con el dermatólogo.