El conseller balear de Medi Ambient, Vicenç Vidal, justificó ayer en Santa Eulària la decisión del Govern de ejecutar las obras de conexión de la desaladora de Santa Eulària al anillo hidráulico con fondos del impuesto sobre el turismo sostenible para que «no repercuta en las tarifas. Los ciudadanos de la isla de Ibiza disfrutarán de los beneficios del impuesto turístico durante muchos años». Vidal destacó que si el dinero para llevar a cabo estos trabajos hubieran salido del presupuesto de Abaqua, como así aprobó el Consell de Govern en mayo de 2016, «hubiera supuesto un incremento del precio del agua».
Hasta la isla de Ibiza se desplazaron ayer tres consellers del Govern balear (Biel Barceló, Catalina Cladera y el propio Vidal) para visitar estas obras de conexión de la desaladora de Santa Eulària con la red en alta, el primer proyecto financiado con el impuesto sobre el turismo sostenible en Baleares. Unos trabajos que servirán para cerrar el anillo hidráulico de Ibiza y que las tres potabilizadoras de la isla estén conectadas.
El proyecto, que lleva a cabo la Agència Balear de l‘Aigua y la Qualitat Ambiental (Abaqua) mediante una encomienda de gestión a Tragsa, tiene un coste de 2.629.055,72 euros, de los que 1.939.287,16 se han financiado con los fondos recaudados con el impuesto del turismo sostenible.
Desde el final del mes de febrero, para poder conectar la desaladora de Santa Eulària a la red de abastecimiento en alta de la isla de Ibiza se ejecutan las obras de una conducción de 400 mm de diámetro y 450 m de longitud, que se prevé que estén terminadas entre julio y agosto de este año. Asimismo, se proyectará un grupo de bombeo y se construirá un edificio que acogerá los elementos de control y maniobra en el nudo de sa Llavanera, donde se cruzan las arterias de la distribución de agua potable en Ibiza, un dispensador de agua potable para camiones y una conducción para la evacuación y el drenaje de los depósitos de la desaladora. En este caso, el plazo de ejecución es de doce meses.
Precisamente, la ampliación del depósito regulador de agua tratada proveniente de la desaladora es otro proyecto que financia el fondo del impuesto del turismo sostenible, y consiste en añadir 5.000 m3 a la capacidad actual, que es de 10.000 m3. En este punto también comienza la tubería que abastece a la urbanización de Roca Llisa, ya ejecutada y pendiente de las pruebas de sanidad.
Por su parte, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, se felicitó por el inicio de estas obras de conexión pero criticó que se paguen con fondos de la ecotasa. «Creemos que era una deuda del Govern con Santa Eulària y se tendría que financiar con fondos de la Comunitat, porque la ecotasa podría financiar la arteria norte u otras obras que está llevando a cabo el Ayuntamiento para que esta desaladora pueda suministrar agua a todos los vecinos», apuntó Marí.
El conseller Vidal también se refirió a la disputa judicial que mantiene el Govern con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente por el sobrecoste de 26 millones de la desaladora de Santa Eulària, que en un primer momento pagó el Estado y ahora quiere que lo sufrague la Comunitat. «El Estado decidió que había que hacer esta desaladora, escogió dónde hacerla, cómo debía ser, eligió a un concesionario, lo rescató y ahora nos exige que paguemos. Evidentemente acabaremos en los juzgados y defenderemos los intereses de Balears porque una decisión unilateral no tiene que revertir en nuestros ciudadanos», explicó Vidal, que recibió el apoyo del alcalde de Santa Eulària en esta cuestión. «Apoyaremos al Govern en que sea el Estado quien pague el sobrecoste», señaló Vicent Marí, quien añadió que en un mes finalizarán las obras de la arteria norte, que llevará agua desalada a las zonas turísticas costeras de Santa Eulària y Sant Carles como es Canar, es Figueral o Cala Mestella.