El departamento de Urbanisme del Ayuntamiento de Sant Antoni continúa desbordado y acumulando peticiones de licencias. Dos años después de la entrada del tripartito, el panorama ha cambiado muy poco, los expedientes de obras salen a cuentagotas y cada vez se reciben más reclamaciones de resolución de expedientes. Según fuentes consultadas por PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA, obtener una licencia para la construcción de una vivienda en suelo rústico que deba tener el visto bueno de la Comisión Insular de Urbanismo (Ciotupha) supone esperar como mínimo un año y medio y en algunos casos hasta dos años o más.
Por tanto, no es de extrañar que de los despachos del Consistorio portmanyí estén saliendo ahora licencias pedidas a finales del año 2015, como confirma el concejal de Urbanisme, Juanjo Ferrer. «Hay licencias que se están retrasando pero depende de qué tipo sean ya que no es lo mismo una vivienda en suelo rústico, que tiene que pasar por el Consell, que una en suelo urbano que podemos informar nosotros», explica el regidor, quien añade que la situación en su departamento es la misma que al inicio de legislatura: «No creo que hayamos mejorado, sinceramente. A día de hoy estamos haciendo todos los esfuerzos posibles pero no quiero decir una cosa que no es cierta».
Las mismas fuentes señalan que el plazo para las licencias de obra menor es de alrededor de un año mientras que certificados como el de antigüedad o de calificación urbanísticas suelen tardar seis meses.
Juanjo Ferrer espera que la incorporación hoy mismo de una nueva arquitecta en el departamento ayude a desatascar los expedientes acumulados durante los últimos meses y a recortar los plazos actuales.
El concejal del PI recuerda que el Ayuntamiento de Sant Antoni está bajo un plan de ajuste desde el año 2012 «que nos limita mucho el gasto. Estamos intentando dentro de las posibilidades que tenemos contratar el máximo de personal que nos hará salir de este retraso que llevamos».
LA NOTA
Incrementan las peticiones de licencias urbanísticas
El concejal de Urbanisme de Sant Antoni, Juanjo Ferrer, aseguró que en los últimos años las peticiones de licencias urbanísticas se han incrementado. El teniente de alcalde apuntó que este aumento se debe a varias razones. La primera, la posibilidad de legalización de viviendas que la LOUS introdujo durante la pasada legislatura mediante el pago de una sanción. El segundo, el final de la crisis económica que provoca que «haya más músculo financiero y la gente invierte más en, por ejemplo, reformas de hoteles», apunta Ferrer. Y, por último, el responsable del urbanismo portmanyí asegura que «la gente es más consciente de que las actuaciones necesitan sus proyectos y licencia y no se atreven a hacer las cosas a la brava».