El Ayuntamiento de Eivissa no tiene previsto poner en marcha medidas excepcionales para paliar la saturación de vehículos que padece ya la ciudad cuando la temporada turística acaba de empezar.
El concejal de Movilidad de Vila, Juanjo Hinojo, admite que la situación en estos momentos es de «colapso» y que no cambiará en lo que queda del verano porque se trata de «un problema estructura que se tiene que combatir con medidas estructurales». En este sentido, apostó por un cambio de modelo de movilidad que pasa por «caminar más y utilizar el transporte público hasta Vila». «El autobús es el futuro porque no podemos tirar abajo los edificios para hacer las calles más anchas o construir Scalextrix. Las calles de un municipio de 7 kilómetros cuadrados dan para lo que dan», añadió.
Juanjo Hinojo aseguró que la solución del problema solo se producirá cuando haya «un cambio de mentalidad» y que esto solo se logrará con medidas a largo plazo como la implantación de nuevas líneas de autobuses, en la que dijo que ya están trabajando de cara a la nueva concesión en 2019 del transporte público de la isla, y la construcción de nuevos carriles bici, como el que prevé acabar de conectar Vila con Sant Jordi.
El cambio de sentido de las principales avenidas de Vila tampoco es, para Hinojo, la causa de los problemas de tráfico. Según señaló, la única consecuencia de estos cambios es el aumento del tráfico alguna calle del barrio de es Pratet o en Bisbe Huix, donde se tiene que pasar ahora para llegar al centro desde Ignasi Wallis.
Respecto a la falta de aparcamiento en la ciudad, el Ayuntamiento de Eivissa no descarta habilitar nuevos terrenos a la vista de que algunos aparcamientos disuasorios como es Gorg o Cas Dominguets superan su límite de capacidad durante buena parte del día. No obstante, el concejal de Movilidad considera que habilitar nuevas zonas de estacionamiento son «pan para hoy y hambre para mañana». «Cuando aumentas las plazas de aparcamiento vienen cada vez más coches», argumentó.