El operativo especial que trabajaba desde el miércoles en la isla como consecuencia del temporal dio por finalizados el jueves los trabajos de rescate y traslado de residentes hacia otras zonas, según confirmaron desde el Govern y desde el Ayuntamiento de Sant Josep. Aún así, una veintena de personas permanecen en Es Cubells, en zonas que no presentan riesgos, con la intención de seguir allí alojados; entre ellos una pareja de personas mayores que, en caso de querer ser trasladados, «tendrían que hacerlo por aire porque por tierra es imposible», aseguró ayer en rueda de prensa Josep Marí Ribas, alcalde de Sant Josep, quien añadió que estas personas se encuentran en la parte más segura. Y es que la zona de Es Cubells ha quedado incomunicada debido a los desprendimientos de tierra y rocas que han dejado impracticable la carretera hacia los acantilados y donde un agente de la Guardia Civil vigila para que ninguna persona acceda a la carretera.
Los servicios de emergencia trabajan ahora en la apertura de un camino provisional que permita la circulación de vehículos para permitir el paso de los servicios básicos a la urbanización. Sin embargo, los equipos de emergencia se han encontrado con tramos de carretera muy deteriorados por las trombas de agua. En concreto, han afirmado que será «muy difícil» abrir camino hasta la zona de Ses Boques, «donde el antiguo vial ha desaparecido por completo», han confirmado.
Por su parte, un equipo de geólogos está analizando el estado de los taludes y su estabilidad y, para ello, está llevando a cabo unos estudios que determinen cuál es el nivel de peligrosidad que presenta la zona y qué podría suceder en los próximos días. Según el resultado de estos, el el ayuntamiento tomará las decisiones oportunas. «Nuestro trabajo se centra en evitar cualquier tipo de circulación hasta que no se garantice la estabilidad del terreno», decía Pedro Orfilia, jefe de servicio de Emergencias.
Además, el ayuntamiento de Sant Josep trabaja desde primera hora del viernes en la cuantificación de los daños ocasionados por el temporal y para ello han visitado las calas más afectadas, entre ellas Cala Carbó, Cala d'Hort, es Torrent y Cala Tarida. «Es Torrent ha sufrido un impacto importante, pero se puede recuperar. Sin embargo Ses Boques no tiene vial de acceso», puntualizaba Marí Ribas. Cabe recordar que Es Cubells no tiene ni agua corriente ni electricidad, servicios que han quedado interrumpidos sin que se pueda prever cuando se podrán restablecer, puesto que previamente hay que reparar los viales. Además, solo una treintena de construcciones de la zona ha resultado afectada directamente por el desprendimiento de piedras y tierra de este pasado miércoles. «En concreto se trata de una edificación donde una piedra ha provocado un boquete de 2 metros de diámetro», aseguran desde el ayuntamiento.
Por suerte Sant Josep no ha registrado ningún daño personal, solo material, decía el alcalde del municipio al tiempo que aseguraba «que ayer era más pesimista», pero la situación fue mejorando con las horas.
La Dirección General de Emergencias e Interior del Gobierno mantendrá la declaración del PLATERBAL en nivel cero en la zona para permitir la acción coordinada de todas las fuerzas y cuerpos de seguridad. En la rueda de prensa también participaron Antonio del Fresno, teniente coronel jefe de la Guardia Civil en Ibiza y Formentera y Pedro Orfila, director técnico de operaciones de emergencias, quienes recordaron que el temporal empezó el miércoles en Formentera.
LA NOTA
«Nos sentimos indefensos»
Joan Portmany es el hijo del propietario del restaurante ses Boques, que se ha visto afectado por el temporal que padeció es Cubells el pasado miércoles. «Nos sentimos indefensos y la temporada ha terminado para nosotros. La pasada noche nos han robado y tendremos que contratar un servicio para retirar todo lo que queda en el restaurante para evitar nuevos robos. Desgraciadamente, no podemos seguir funcionando en las actuales
circunstancias», explicó Portmany. El restaurante ses Boques tiene un total de 14 trabajadores.