Agentes de la Policía Nacional han detenido en Ibiza a los dos máximos responsables de la distribución en la isla de billetes falsos de 50 euros. Los arrestados, dos vecinos de Sa Penya, además de introducir moneda falsa, se dedicaban también a traficar con sustancias estupefacientes.
Los investigadores también han detectado la presencia del mismo tipo de falsificación en otras islas del archipiélago, además de en Madrid y Barcelona.
Las investigaciones se iniciaron tras recibirse varias denuncias de responsables de comercios de Ibiza, en las que manifestaban haber recibido billetes falsos de 50 euros en sus establecimientos.
Además de entre los comerciantes, se comprobó que había una especial incidencia en puestos de venta de cupones de la ONCE. Durante la investigación, los agentes observaron cierta actividad sospechosa por parte de unos individuos en la ciudad de Ibiza ya que vieron cómo dos sujetos se acercaban a un hombre y le entregaban dinero.
Acto seguido, este individuo se dirigió a una conocida tienda de instrumentos musicales de la ciudad y adquirió una guitarra española de elevado precio. Instantes después los agentes comprobaron que el pago del instrumento se había realizado con billetes falsos de 50 euros.
Según han informado, los investigadores centraron sus pesquisas en los tres sujetos implicados en la compra del instrumento, comprobando que quienes habían entregado los billetes falsos al tercero eran miembros de un conocido grupo de delincuentes dedicado al tráfico de estupefacientes a pequeña escala, fundamentalmente en Sa Penya.
Dos de estos hombres han sido detenidos por distribuir moneda falsa y se han realizado tres registros domiciliarios en Ibiza, en los que los agentes se han incautado de 2.000 euros falsos en billetes de 50; 24.000 euros procedentes de la distribución de moneda falsa y del tráfico de drogas, así como diversas cantidades de cocaína y heroína preparadas para su venta al menudeo.
Además, se ha recuperado la guitarra española comprada con el dinero ilegal, que los detenidos utilizaban para ocultar los billetes falsos en su interior cuando se desplazaban por la ciudad.