Dani Curreu llega con su moto haciendo un caballito. Al menos sólo para cubrir los metros que le quedan hasta el lugar donde hacemos la entrevista, en un lugar privilegiado viendo el mar junto al aparcamiento de El Soto de Ibiza. Pero que nadie se alarme ni preocupe, autoridades y policía incluida, nuestro aspirante a Sardina Negra de esta semana acudió a la cita respetando todas las normas de circulación. Lo hizo puntual, conduciendo su furgoneta negra, vistiendo camiseta y pantalones a la moda, gorra de marca y gafas de sol de madera de la edición limitada que lleva su nombre y que han sido diseñadas por su amigo Adrián Nagel para colaborar con la asociación Wings for life que ayuda a deportistas que desgraciadamente han quedado en silla de ruedas.
Algo que refleja lo que es Dani Curreu. Un joven de Sant Carles que podría vivir explotando esa sonrisa que parece sacada de un catálogo de moda y que sin embargo ha decidido seguir los pasos de su padre en la arquitectura para promocionar las virtudes del diseño de la casa ibicenca allá por donde puede. Y de paso, sigue disfrutando del hobby que supone montar en moto y ser el piloto más importante que ha dado Ibiza y Formentera.
—Ya que tengo delante a un arquitecto técnico y tenemos unas vistas maravillosas en El Soto, por un lado al mar y por otro a la Catedral y a las obras del parador, no tengo más remedio que preguntarle qué opina de la situación del parador.
—Pues empezamos fuerte. (Risas). Es complicado. Lo que sí tengo claro es que deberían de terminarlo de una vez por todas porque llevamos muchos años con la ejecución. Además, parece que cada vez que hay cambios de gobierno las obras se paran. A ver si lo acaban ya porque es una pena tenerlo así en un lugar tan bonito y en una isla privilegiada como la nuestra.
—Es diseñador y arquitecto de interiores y un firme defensor de la casa ibicenca. ¿Qué tienen las viviendas pitiusas para ser tan especiales?
—Que es una arquitectura única en el mundo, que proviene de muy antiguo y que además tiene unas condiciones bioclimáticas increíbles. Tiene una tradición milenaria y poco a poco se va modernizando para adaptarse a los nuevos estilos de vida, consiguiendo una mezcla perfecta.
—Creo que construirá la primera casa pagesa fuera del continente europeo...
—Pues sí. En Panamá ni más ni menos. Estoy muy ilusionado porque me vinieron a buscar a mí especialmente para construir una réplica de nuestras viviendas. Será una copia porque hacer una casa tradicional ibicenca igual a las que usaban nuestros antepasados es completamente inviable.
—Entonces, ¿tejado a dos aguas o plano?
—Plano sin ningún tipo de duda.
—Y si le digo piedra, cal y madera...
—Le digo que genial. (Risas). Son los materiales que se usaban en la construcción tradicional ibicenca y yo siempre lo llevo de hashtag para mi Twitter.
—¿Por qué decidió ser arquitecto?
—Porque lo viví desde pequeño. Mi padre es arquitecto técnico y lo he visto siempre en mi casa. Al principio era como un hobby y ahora se ha convertido en mi forma de ganarme la vida.
—¿Se le daba entonces bien el dibujo técnico? ¿O era de los que, como yo, llenaba de borrones la hoja?
—(Risas). La verdad que se me daba bastante bien. Creo que tengo facilidad para ello más que para otras cosas, incluyendo el dibujo artístico.
—Viendo con la ilusión que habla de la arquitectura, ¿descartamos completamente ya las motos?
—(Risas). Hombre del todo no. Lo que sucede es que con el tiempo, tras correr en motocross y superslot y con el paso de los años creo que se ha quedado más en un hobby.
—He leído en una entrevista con Agustín Prades que aprendió a montar en moto a base de galletas. ¿Cómo es eso?
—(Risas). Bueno yo empecé a montar en moto a los ocho años gracias a mi tío Juanito, el hermano de mi padre. Fui casi un hijo para él, compró mi primera moto, me ayudó a empezar a entrenar cuando casi no había afición ni escuela de motociclismo como ahora y, gracias a su esfuerzo, dedicación y muchos golpes me fui haciendo un hueco en este mundo compitiendo con chicos mucho más mayores porque sólo había una cilindrada.
—¿Sí? ¿No se nota mucho la diferencia de tamaño y edad en un deporte como el suyo?
—Un poco. Pero también es habilidad y constancia. Yo tenía ocho años y si quería llegar a ellos sólo me quedaba darlo todo en cada entrenamiento.
—También he leído que era amigo de los hijos del campeón de Fórmula 1 Niki Lauda. ¿Cómo mola eso no?
—(Risas). Pues sí, la verdad. Vivían al lado de casa mis abuelos y eran geniales. Pero si te digo la verdad, cuando eres pequeño los ves como dos amigos más, sin dar importancia a su apellido o su linaje.
—¿Y no le pidió que le metiera en el mundo de la Fórmula 1?
—(Risas). La verdad que no. Mi pasión siempre ha sido rodar en moto. Eso sí, la primera moto que compró mi tío era suya porque cuando yo era pequeño, ellos ya hacían motocross.
—Hablando de su infancia. ¿Me han dicho que usted es una de las personas que mejor se conocen la isla de Tagomago?
—No sé si tanto pero he tenido la suerte de que al ser de Sant Carles cuando llegaba el verano nos dábamos un salto a la isla para pasar el día. Además, mis padres tenían amistad con la familia que cuidaba la isla en aquellos tiempos y aun recuerdo que mi primer baño en una piscina de agua salada me lo di allí.
—No había entonces ni rastro de Matthias Kühn. ¿Cómo ve ahora el asunto?
—(Risas). Otro marrón. (Risas). No sé. En Tagomago hay gente viviendo desde mucho antes de que yo naciera y por eso se tendrían que hacer las cosas lo mejor posible para respetar el medio ambiente y para que la pudieran disfrutar todos los ibicencos. Es un tema político, de unos y de otros, y no sabría cual es la mejor solución.
—Ha salido muy bien del barro. Casi como cuando conduce su moto. También es muy amigo de Fonsi Nieto. ¿No le ha pedido nunca que le enseñe a ser dj?
—(Risas). La verdad que no. Eso se lo dejo para los que realmente saben y Fonsi controla mucho del tema. Yo la música sólo para escucharla.
—¿Y cual es su preferida?
—De todo. No tengo un género favorito. Dependiendo de la situación escojo una u otra. Si estoy en una parrilla de salida a lo mejor prefiero el rock pero si tengo que empezar a diseñar algo me decanto por algo más ligero. Y para salir, la verdad es que me gusta de todo.
—Viendo alguna de sus fotos... ¿Sus amigos no le han pedido que le presente a alguna de las azafatas que sujetan los paraguas cuando están en la parrilla de salida?
—(Risas). La verdad que no. No las conoces nunca. Son parte del show del motociclismo.
—¿Cuál es el circuito más espectacular en el que ha corrido?
—Bueno soy más de motocross, pero de velocidad, sin duda, Jerez. Es la cuna del motociclismo en España y es brutal la velocidad que se pueden coger allí. Es una salvajada.
—¿A cuanto?
—Por ejemplo en una recta de Jerez los de Supersport 600 pueden llegar a los 280 kilómetros por hora y los pilotos de Moto GP, al final de la recta, a 320 o 335 kilómetros por hora.
—Usted que es motero. ¿Es peligroso montar en moto por Ibiza?
—Un poco aunque yo no soy un asiduo de la vía pública. Creo que está un poco descontrolado todo porque se alquilan las motos en Ibiza y se piensa que esto es un circuito sin normas y que se puede recorrer la isla de punta a punta sin respetar las normas de circulación. Además, la climatología y el asfalto, con un compuesto que con el tiempo se hace resbaladizo y cuando hace calor quema, no ayuda en absoluto. La solución es ser mucho más consecuente y no pensar que todo vale.
PEQUEÑA BIOGRAFÍA
Dani Curreu nació en Can Curreu el 05 de enero de 1983.
Compite en motociclismo desde los 8 años y tiene licencia de velocidad desde el 2000. Precisamente ese año estuvo liderando el Campeonato Andorrano de Velocidad en Scooters preparados aunque debido a una lesión no volvió a competir hasta 2005 con una Aprilia 250 RS. Luego dio el salto a la categoría de Supersport 600. Ha participado en más de 30 campeonatos, consiguiendo dos victorias en el Campeonato Pitiuso de Enduro-Resistencia (2003 y 2005) y otras dos en el Campeonato Pitiuso de Motocross Mx1 (2007 y 2009).
Actualmente es diseñador y arquitecto de interiores. En 2008 creó Arq.disseny.studio, dedicado a realizar proyectos técnicos de Diseño Interior y Arquitectura en general.
A FONDO
. UN LIBRO. La isla de Robinson Crusoe de Daniel Defoe
. UNA PELÍCULA. Pearl Harbour
. UNA SERIE. La que se avecina
. UN GRUPO. Dani Martín
. UN COLOR. Verde
. UN PLATO DE COCINA. La pasta