La limitación de horarios, por parte de Sant Antoni, para todos los bares, restaurantes, bares musicales, cafés concierto o discotecas de la zona del West End no convence a la oposición. «Están actuando como un elefante en una cacharrería: sin consenso, sin diálogo con los afectados y sin dar alternativas», criticó Pepe Sala, portavoz del grupo municipal popular. En este sentido, explicó que se trata de un municipio turístico y «quitar las terrazas a las 23 horas y cerrar a las tres de la madrugada el resto de bares en una zona turística no nos conviene».
Así, explicó que esta medida resta «atractivo» al municipio ya que «la gente no va a cambiar sus costumbres porque nosotros les cambiemos las normas». Por ello, tienen un mes para presentar alegaciones; plazo en el que, además, iniciarán una ronda de reuniones con los afectados por la medida del Consistorio. «Ojalá me equivoque, pero si nos cargamos el turismo lo lamentaremos durante mucho tiempo», sentenció sin olvidar que «es una medida discriminatoria que hace que otras zonas con ruido, quizás más residenciales, no se vean afectadas».