Los resultados de la autopsia practicada al cadáver del hombre hallado en el interior del antiguo club Ahmara descarta cualquier signo de violencia y apunta a causas naturales como el origen de la muerte.
Según informaron ayer fuentes de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil, las quemaduras que presentaba el cadáver en una de sus manos fueron accidentales.
El macabro hallazgo se produjo a primera hora de la tarde del miércoles en el interior de una de las salas localizadas en la segunda planta del edificio abandonado del club Ahmara.
El hombre llevaba unas dos semanas fallecido y una de las manos se encontraba sobre los restos de una fuego apagado, una fogata que previsiblemente habría encendido para combatir el frío de las últimas semanas.
Tras recibir la alerta del hallazgo, hasta el escenario se desplazaron agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil y una comisión judicial que ordenó el alzamiento del cadáver.
Las primeras investigaciones apuntaban a que el hombre falleció intoxicado por el humo, pero esta hipótesis fue descartada por la autopsia, señalaron las mismas fuentes.
La víctima, un hombre de origen africano, convivía junto a otros okupas en las antiguas instalaciones del Ahmara.
El hombre era muy conocido en Sant Jordi y Vila, municipios por donde solía caminar cargado con bolsas de plástico.