El Ayuntamiento de Sant Joan empieza a cerrar el círculo para mejorar la seguridad y atención a los vecinos de las zonas de campo con la entrega de las placas de geolocalización que alcanzarán, por ahora, a más de 200 casas del pueblo. Joan Marí, de can Mayans de Benirràs, fue el primer vecino en recibir la placa con el correspondiente código identificativo.
El alcalde de Sant Joan, Toni Marí Carraca, expresó su satisfacción por la materialización de un proyecto «muy laborioso», que se remonta a principios de la pasada legislatura, y que mejorará el acceso de los servicios públicos a las fincas difuminadas por todo el término municipal. A partir de ahora, cada jueves el Ayuntamiento procederá a la entrega de placas identificativas. Carraca explicó que por ahora han solicitado este servicio en torno a dos centenares de vecinos e hizo un llamamiento a los vecinos, insistiendo en que el servicio es totalmente gratuito, basta con apuntarse en dependencias municipales.
El alcalde de Sant Joan destacó que se trata de una herramienta muy interesante porque ayuda al día a día de los vecinos, facilitando la llegada de un servicio como un taxi, pero también es vital para casos en los que sea necesaria la asistencia médica o de otros servicios de urgencias.
En este sentido, Carraca recordó el episodio que vivió personalmente con un incendio declarado en Sant Miquel. «Tuvimos que salir al pueblo para indicar a los servicios de emergencias cómo llegar hasta el fuego», recordó.
Los técnicos han ido marcando los puntos y coordenadas en que se encuentran las diferentes viviendas, coordenadas que tienen un número identificativo que sirve para comunicarse con el 112. A partir de ahí, el vecino expondría su petición y las coordenadas son rebotadas a una tablet que recoge la información. La Policía Local de Sant Joan ya opera con este dispositivo que ahora se irá implantando progresivamente en servicios como ambulancias, bomberos o Guardia Civil.
Joan Marí, de can Mayans, resaltó que se trata de una iniciativa muy positiva porque ayuda a facilitar el acceso a las viviendas más retiradas.
Tras recibir la placa, Joan la instaló en un lugar visible de su casa para que un operario confirme y valide el posicionamiento GPS.