La consellera Catalina Cladera (Sa Pobla - Mallorca, octubre 1972) tiene en su currículum haber cumplido con las cifras de déficit impuestas desde Madrid, cosa que no todos sus antecesores pueden decir. Es cierto que disfruta de un ciclo económico expansivo y que el PIB crece con fuerza en Balears.
—¿Cómo está la negociación entre el Ministerio de Economía y el Govern para la aprobación de un nuevo REB? ¿Estará listo para marzo?
—Estamos en un proceso de negociación y de los ejes que queremos que tenga el régimen especial para Balears, hemos avanzado de forma significativa en las medidas de carácter fiscal. Canarias tiene un régimen fiscal diferenciado y Baleares nunca lo ha podido tener. Aquí podemos decir que la negociación está siendo positiva sin haber concluido aún porque todavía hay algunos aspectos importantes que hay que negociar. Pero luego está todo el tema de compensación del transporte, como la bonificación de 75% en los viajes entre Balears y la península, o la compensación del transporte de mercancías, que aún tiene que avanzar para ver cómo puede quedar plasmado en una ley de régimen especial. Y hay otro aspecto importante, que es el fondo de insularidad, que para nosotros es una línea roja. Sería un fondo de inversión pública que el Estado transferiría a la Comunidad Autónoma para hacer inversiones relativas a la insularidad, la falta de conexión con el resto del territorio o la doble y triple insularidad. El hecho insular necesita una serie de inversiones y mejoras.
—¿Por ejemplo?
—En la península se ha invertido mucho en AVE y en cambio en las islas el transporte público es muy mejorable, tanto en carreteras como ferroviario. Deberíamos poder tener recursos asociados a la insularidad en inversión pública. También en materia energética, turística, etc. Queremos tener una disponibilidad presupuestaria para esto y tener autonomía para decidir.
En resumen, si conseguimos el régimen especial así como lo hemos planteado, tendríamos compensaciones para los ciudadanos, compensación para empresas y autónomos y también compensaciones para la administración pública. Creo que todo depende de la voluntad política de Madrid porque el Govern ha hecho los deberes con la propuesta y la negociación que llevamos a cabo y aún queda un mes y medio de trabajo intenso. Confío en la voluntad del ministro Montoro, porque a diferencia del sistema de financiación autonómico, con el REB siempre he visto una voluntad, pero depende mucho del trabajo que haga el Govern y también diría de todos los que estamos empujando en este tema, que es la sociedad civil y los partidos políticos. Confío en que podemos llegar a una propuesta de REB.
—¿Hay algún aspecto de los que se está negociando en el REB con el que haya un desencuentro profundo?
—El IVA diferenciado para Balears, que figuraba en nuestra propuesta inicial. Topa Madrid porque topa Europa.
—Esto supondría acabar con la armonización del IVA dentro del país...
—Ya hay otros ejemplos de IVA diferenciado dentro de la Unión, como Córcega u otras islas que tienen diferente IVA para productos determinados. Si se trabaja con tiempo, creo que se puede conseguir porque además se está revisando la directiva europea y es el momento de trabajarlo. Aquí chocamos, pero sabemos que es un tema de más largo recorrido y que se debe seguir trabajando. Ahora no lo podemos conseguir. También nos está costando un poco más el fondo de insularidad que he explicado antes porque es una novedad, pero es una cuestión de voluntad.
—¿Cómo afectaría la aprobación del REB directamente a las finanzas de los consells insulars?
—Si consiguiésemos el fondo de insularidad, que es lo que va directamente a la administración, esta inversión que vendría del presupuesto del Estado al presupuesto de la Comunidad Autónoma, después podrían participar los consells porque se trataría de ejecutar inversiones del mismo modo que hacemos con el impuesto turístico, que las ejecuta el Govern o firma convenios con los consells o con algún ayuntamiento si fuera necesario. Esto no está establecido aún, porque estamos lejos de ver cómo se debería hacer, pero los consells se podrían ver perfectamente beneficiados porque tienen muchas competencias y tienen un ámbito de actuación dentro de sus respectivos territorios.
—¿Sigue en vigor la suspensión de los 67 millones de euros que el Gobierno anunció que no transferiría hasta aprobar los Presupuestos Generales del Estado? El PP les pide que ustedes presionen a Génova para que haya presupuestos, pero ustedes acusan a Montoro de castigar y hacer chantaje a las comunidades autónomas.
—Mire, primero hay que hablar de las formas que utiliza el ministro Montoro. Muchas autonomías aprobaron el presupuesto a finales de febrero contando con una financiación que se nos había dicho en julio. El día dos de enero, cuando todos abrimos el programa contable, nos envía una carta y nos dice que tenemos menos recursos. Esto no es una forma adecuada porque utiliza esa carta como fórmula de presión para que se aprueben los presupuestos. Pero ahora ya está diciendo otra cosa que pudo haber dicho el día dos porque lo sabemos todos. Se puede hacer un Real Decreto Ley o aprobar alguna medida donde el Estado no perjudique a las comunidades autónomas y les transfiera esos ingresos porque los ciudadanos pagarán esos impuestos, además en un escenario macroeconómico de crecimiento y por tanto, el Estado tiene los ingresos más que asegurados. Por tanto, no era necesario asustar ni amenazar a las comunidades autónomas. Pero creo que finalmente no habrá este perjuicio porque o bien habrá presupuestos, cosa que es complicada, o habrá una medida legislativa para que podamos tener estos recursos.
—¿Ustedes descartan entonces presionar al PSOE para que se avenga a negociar los presupuestos con el Gobierno?
—Nosotros somos una comunidad que ha negociado un presupuesto y el Govern tampoco tiene mayoría y hemos tenido que pactar con otros partidos. Hace tres años que hacemos presupuestos y los negociamos. Eso significa hacer cesiones. Eso debe hacer el Gobierno de España y si no es capaz de hacerlo, no debe utilizar a las comunidades autónomas para esto. El Gobierno tiene la mala costumbre de hacerlo y desde que soy consellera he visto diferentes episodios, como el tema del déficit o negarnos la liquidez si no hacíamos algunos ajustes. La aprobación de unos presupuestos es su responsabilidad. Nosotros lo hemos hecho y no hemos ido a pedirle a él que presionase a ningún partido para que nos aprobasen el presupuesto.
SISTEMA DE FINANCIACIÓN
—El discurso del Rajoy de que con los diputados que tiene no puede aprobar en solitario un nuevo modelo de financiación suena bastante coherente, ¿no cree?
—Podemos recordar que Rodríguez Zapatero aprobó en 2009 un sistema de financiación con algunas comunidades en contra. Pero Rajoy comienza por el final, que es el acuerdo, y hay que comenzar por el principio, que es que tengamos una propuesta sobre la mesa. A partir de aquí, naturalmente que negociaremos. Primero las comunidades autónomas. Pero lo primero que tiene que hacer el señor Rajoy y no lo ha hecho, es sacar una propuesta. Hasta que no haya una propuesta no podemos hablar de negociación. Entiendo que lo que está haciendo es poner excusas para no afrontar la reforma porque tiene otros problemas, como el de Catalunya y otros que el Gobierno no se ve con ánimos de afrontar porque está en minoría y no es capaz de pactar con otros partidos.
—El Govern ha pedido reiteradamente que el nuevo sistema de financiación incluya la condonación de unos 5.000 millones de euros, pero ni Rajoy ni Montoro se muestran favorables a condonar esta cantidad de los 8.799 millones que tiene ahora mismo Balears. Aunque también hemos oído voces autorizadas en el PSOE que se oponen a esa medida. ¿Es viable la autonomía con ese volumen de deuda?
—Baleares ha mejorado en los últimos años los indicadores económicos y la estabilidad presupuestaria. Hemos reducido mucho el déficit y estamos muy cerca del superávit. Estamos pagando bien a los proveedores y llevamos más de un año pagando a 30 días. También se mejora la recaudación. La deuda viene de largo y es difícil que presupuesto a presupuesto se pueda pagar y lo pueda asumir. El nivel de deuda si lo tenemos que asumir nosotros solos, es muy difícil de asumir. Es verdad que así como está planteado, la deuda te la financia el Estado y es una bola, porque casi el 70% de la deuda se le paga al Estado. Es una situación kafkiana porque el Estado nos presta dinero para que se lo devolvamos. ¿No sería más lógico que se lo quedase? Además delante de Europa tendríamos el mismo volumen de deuda. Pero si bajásemos el nivel de deuda, las comunidades podríamos financiarnos en los mercados y salir de los mecanismos de financiación del Estado que generan mucha dependencia porque cada vez que firmamos una operación con el Estado nos exige una serie de condiciones que nada tienen que ver con la financiación, sino con otros aspectos de la gestión de la comunidad autónoma. Y además los mercados son los primeros que te evalúan y no te prestan dinero si no tienes una hacienda saneada.
Es cierto que hay opiniones para todos los gustos, dependiendo cómo le va a cada comunidad, pero las infrafinanciadas (Valencia, Murcia, Catalunya también sería una de ellas, precisamente las del Mediterráneo) tenemos muy claro que la culpa de la deuda es la infrafinanciación y que un tramo de esta deuda el Estado debería compensarlo de alguna manera.
—Los hoteleros de las Pitiusas están descontentos porque la bonificación en el impuesto turístico establecida para los hoteles de Menorca supone una discriminación ya que allí se les otorga con menos meses al año de apertura. ¿Qué puede decir al respecto?
—Hemos estado reunidos con la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera para tratar este tema. El impuesto se paga por todo igual, pero se liquida el 95% por estimación objetiva, módulos, y aquí se decidió que si el hotel abre más días al año se le hace un descuento del 10% y se ha diferenciado por islas en función de la realidad turística de cada una. Esto se ha hecho desde el principio, pero en los presupuestos de 2018 se introdujo una enmienda para que el descuento fuera del 20% como un incentivo. En Menorca hay menos pernoctaciones y recauda menos y se ha adaptado el módulo a su realidad. Entiendo lo que dicen los hoteleros de Ibiza, pero las variables que hemos calculado se basan en datos medios.
—¿No cree que de algún modo se está beneficiando a los que no lo hacen tan bien en cuanto a abrir más días al año sus hoteles?
—Se trata de un incentivo pero además es una pequeña variable en lo que se paga y le estamos dando un peso como si fuera todo el módulo, cuando es un pequeño incentivo. No es tanta diferencia. Pero piense que hemos aumentado el descuento del 10 al 20 por cien en todas las islas.
PRESIÓN FISCAL
—¿Ustedes han bajado algún impuesto desde que gobiernan?
—Por presión fiscal no debemos hablar solo de tipos impositivos. Hubo una reforma fiscal en 2016 que hay que calificar de progresiva, que los que más tienen más pagan. También hay que hablar de bonificaciones o deducciones y cada año las hemos ido ampliando, sobre todo en renta que es lo que afecta más a las familias. Así tenemos las deducciones por alquiler de una vivienda, en temas de innovación, familias numerosas, monoparentales. Con las deducciones haces una redistribución y ayudas a quienes lo necesitan más. También hemos creado el impuesto turístico que ayuda a la redistribución de la riqueza que genera la principal industria de las islas y que pagan turistas y también residentes...
—Todo aquel que duerme fuera de su casa...
—Yo también lo he pagado hoy mismo y en un hotel de cuatro estrellas, en temporada baja, he pagado 83 céntimos, no recuerdo exactamente. Pero por la legislación europea no podemos evitar que lo paguen también los residentes.
—¿Usted de siente cómoda cuando oye que en Balears se pagan los hidrocarburos más caros de toda España?
—Si lo dice por el céntimo sanitario, no solo es porque sea el más caro, que no lo sé, sino por un tema de insularidad y para eso estamos trabajando en un régimen especial. Cuando se habla de esto hay que tener una visión más amplia y no mirar solo la parte impositiva sino otros mecanismos de compensación. Con el régimen especial creo que también conseguiremos compensar este elevado coste de vida que tiene Balears. Aquí no tenemos los impuestos más altos de España. En el impuesto de sucesiones y donaciones somos los 15 más baratos. Estamos en la media de las comunidades autónomas.