El ‘Mercat Nou' ha llegado a los 40. Lo celebraba ayer con actores por los pasillos, globos, ‘coques' y un pastel. También tocaron la ‘Bluesmafia i els saligardos'. Mientras tanto los propietarios de los puestos atendían a sus clientes de toda la vida. Es sábado, el día de más afluencia, aunque todos los tenderos coinciden en que el mercado ya no es lo que era.
Marga Boned lleva 38 años trabajando en el mercado. Empezó con su padre a los 14 años. «Me vine con una ilusión de Mallorca cuando mi padre me dijo que tenía trabajo», dice entre risas. Su hija está a su lado, aprendiendo a llevar el negocio. Sin embargo la incertidumbre de lo que pasará después de la remodelación le tiene preocupada. A ella y a casi todos los concesionarios de paradas.
En unos meses se iniciarán las obras de demolición y remodelación del edificio que incluirán una planta superior y tres plantas de parking. La finalización de las licencias de los tenderos en agosto, y el hecho de que se abra la licitación de puestos de nuevo para todos inquieta a todos estos pequeños comerciantes. «Deberían tener en cuenta la antigüedad de los que estamos aquí», reivindica Boned.
Un mercado que envejece
Desde una de las paradas, una frutera indica que se jubila pronto, y que como suba mucho el precio no retomará la parada. «El problema lo tienen los que están a punto de jubilarse. Aquí ya no trabaja ni viene gente joven. Hay mucha gente que se jubila en cinco o seis años y lo tendrá difícil».
Los clientes de siempre visitan sus paradas de toda la vida. Paquita viene al mercado desde que abrió. Cuenta que aquí venía gente de toda Ibiza «porque no había supermercados».
«El cliente de toda la vida no se va renovando por clientela joven», dicen las pescaderas de ‘Su & su'. Sólo abren los meses de verano porque los turistas de la isla vienen en busca de buenos productos. Recuerdan el 30 aniversario con nostalgia. Explican que se montó una carpa en el parque de la Paz y estuvieron de fiesta hasta la madrugada. Para ellas es un ejemplo de lo que ha decaído el mercado.
No todos los puestos son de toda la vida. Rai Prats lleva desde diciembre de 2016 con su carnicería y charcutería ‘Ni mata ni engorda'. Es mayorista y utiliza la parada como escaparate. Los cocineros de los restaurantes vienen al mercado «sobre todo a por pescado».
Cree que el concepto de la superficie debe cambiar, también reclama un cambio en la directiva. «Hace falta un equipo joven, dinámico, que entienda la realidad del comercio actual». Ve necesaria una superficie «atractiva con buena oferta de restauración, campañas de promoción, redes sociales...». Pone el ejemplo del día de Nochebuena de 2017, en el que se decidió abrir por la tarde y se anunció la tarde antes con un cartel de papel. «Así quién quieres que venga».