«A mí lo que más me molesta es la demora de la obra, la época en la que se ha decidido hacerla y que no hayan consultado antes con los vecinos, que somos los afectados». Con estas palabras, una empresaria de Avenida España critica la gestión del Ayuntamiento de Vila en relación a la instalación de los contenedores soterrados.
En este sentido, explica que ha presentado una queja en el Ayuntamiento en el que alega su disconformidad con la obra. «No estoy de acuerdo con que, delante de un establecimiento sanitario, estén poniendo todos los contenedores de basura cuando, además, los edificios de arriba no son de vecinos, solo hay oficinas, por lo que apenas se saca basura», matiza.
Asimismo, señala que el ruido y la suciedad afecta a la mayoría de los establecimientos, sobre todo a aquellos destinados a la hostelería. «Viene mucha menos gente al bar y nos pasamos el día limpiando la porquería que levantan», subrayan desde La Piccola.
Todos coinciden en lo mismo: «Hacen todas las obras en verano y en invierno, que estamos solos, no se hace nada». Así, los afectados por la instalación de estos contenedores en una de las arterias principales de la ciudad advierten al Ayuntamiento de su disconformidad con las obras. «Con todos los comercios que hay por aquí sería más interesante que pusieran un carga y descarga. De hecho, hay una farmacia en la calle que recibe un reparto de medicamentos tres veces al día y el camión no puede parar», señalan.
«Lo suyo sería mirar los tiempos y saber que hay que hacerlo en el mínimo tiempo posible», dice una vecina. «Si tu pides un permiso para hacer algo, a nivel particular, no te lo dan porque supuestamente estamos en época turística, pero ellos se dedican a reventar la carretera».
Aunque se muestran conscientes de que las obras son necesarias consideran que no es la mejor época para llevarlas a cabo. «Han levantado la ciudad y está que da pena; más ahora que empieza a llegar la gente», dicen. Además, apuntan que en la avenida no solo se está generando «caos» circulatorio, sino que las lonas verdes que tapan las zonas de instalación de los contenedores restan visibilidad en los pasos de cebra; algo que, a juicio de los vecinos, «genera más de un susto».
Ruido y polvo
La instalación de los contenedores soterrados de Avenida España es solo una de las obras que se están llevando a cabo, a día de hoy, en Ibiza.
La de mayor magnitud es la que se está realizando junto a la estación marítima de Formentera, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, y que tiene una duración aproximada de 16 meses. Aunque desde Vila ya advirtieron de la posibilidad de retraso en las obras, los comerciantes de la zona se quejan de la afección de esta en sus establecimientos. «Generan muchísimo ruido y polvo y la gente se va. Hay quien viene a leer el periódico en la terraza tranquilamente y no puede», critican desde Café Mar y Sol, en La Marina.
«Estresa mucho ver constantemente a coches colapsados en la carretera y parece que va para largo, aunque creemos que en agosto nos darán un respiro», señala la dependienta de una tienda cercana.
Otra de las obras que se está alargando en el tiempo es la del edificio de Santa Margarita. Son muchos los viandantes que se quejan de que las obras han estado paralizadas durante días (refiriéndose a la semana pasada) a pesar de que el Consistorio aseguró que iban a trabajar incluso los fines de semana para acortar los plazos.
Por su parte, desde Vila aseguran que los trabajos en el edificio de Santa Margarita «siguen adelante». «Están trabajando dentro del edificio realizando trabajos relacionados con la obra». De hecho, a finales de la semana pasada se iniciaron las zanjas para soterrar los cables eléctricos y las canalizaciones de diversos suministros.