Los trabajadores de las depuradoras de Vila, Sant Antoni y Cala Tarida han conseguido que los representantes de la empresa que las gestiona, Cadagua, escuchen sus reivindicaciones laborales y hoy se sienten a negociar. Los operarios de estas estaciones de depuración de aguas residuales han amenazado con ir a la huelga si no se encuentra una solución sus demandas, entre las que se encuentran la contratación de más personal y mejoras salariales.
Diego Infante, representante sindical de USO, asegura que la plantilla es de 14 personas cuando debería ser de 16 sólo para las depuradoras de Sant Antoni y Vila, mientras que la estación de Cala Tarida «sólo tiene una persona por turno, cuando está prohibido». Infante apunta que la falta de personal provoca que «los turnos no se puedan cubrir y que cuando salta una alarma haya depuradoras que se queden solas para que se pueda ayudar a los compañeros de otra planta».
«Cobramos una miseria»
Otra de las quejas de los trabajadores es el salario, que según Infante es de «500 o 600 euros netos menos al mes» comparado con otros trabajadores de la misma empresa en la península. «Cobramos una miseria comparado con lo que ganan ellos; hay que intentar que nos equiparen», apunta el representante sindical de los trabajadores.
Además, Diego Infante también destaca que los trabajadores llevan a cabo tareas de mantenimiento que no les corresponden. «Nos hacen limpiar los aseos o cortar el césped, que no tendríamos que hacerlo nosotros», asegura el sindicalista, quien añade que deben utilizar sus propios vehículos para cubrir las guardias.
Infante señala que los once operarios están «cien por cien decididos» a ir a la huelga de manera indefinida « a final de mes o antes» si desde Cadagua, empresa filial de Ferrovial especializada en tratamiento de aguas fecales y desalación de agua de mar, no responden a sus demandas.