La evolución en los últimos 15 años de Menorca ha sido más equilibrada y sostenible y el futuro puede ser más favorable porque tenemos menos condicionantes. En definitiva, el modelo de Menorca es el bueno y no nos conviene cambiarlo sino mejorarlo.
Éstas fueron las conclusiones que el economista Joaquim Coello utilizó esta semana pasada como resumen al finalizar la sexta edición de los Encuentros de Verano organizados por el Cercle de Economia de Menorca que tuvieron lugar en Ciutadella y Maó por partida doble. El motivo, la presentación del libro que han escrito el catedrático de economía, Guillem López Casasnovas y el historiador, Miquel Àngel Casanovas Camps para analizar la historia y los desafíos que Menorca e Ibiza tienen.
Dos islas que comparten archipiélago, pero poca cosa más, y que continuamente forman parte del debate político y económico. La publicación del libro servirá, precisamente, para aportar datos serios y fiables a este debate sin cerrar sobre cuál es el mejor modelo, si es que hay alguno mejor, evitando las especulaciones interesadas para imponer uno u otro.
Datos agregados
Seguramente, la cuestión que estuvo más presente encima de la mesa de ponentes en la que también participó el economista Miquel Puig, fue la crítica unánime a dejar de comparar los territorios en base al indicador del Producto Interior Bruto per Cápita ya que no hace justicia a la prosperidad relativa.
Guillem López fue muy explícito al afirmar que si uno mira el PIB en valores absolutos, verá que Ibiza crece a tasas más altas que Menorca pero estas tasas de crecimiento de PIB hacen referencia a valores absolutos agregados y en cambio lo que proporciona bienestar a la gente son valores relativos como la renta per cápita o la renta disponible para familias.
Coello, por su parte, que ejercía de moderador, subrayó que para medir el impacto o el incremento de la riqueza, el PIB no sirve y que la cifra más adecuada era la renta disponible en igualdad de poder adquisitivo, una cifra que hasta 2014 publicaba el BBVA y que ya no se difunde. En este sentido, animó al Consell de Menorca, que tenía entre el numeroso público asistente a la Consellera de Turisme de Menorca, Maite Salord y al Conseller de Promoción Económica de Menorca, Miquel Company, que la calculase.
¿Tiene Ibiza un modelo escogido? ¿Ha elegido Menorca estar como está? Son respuestas a diferentes cruces de caminos como apuntaba Guillem López Casasnovas. Lo que es seguro es que bajo una dirección unificada como ha hecho Ibiza se le ha dado una potencia considerable. Menorca tiene un modelo más diversificado y debatido, más democrático, más criticado y esto, seguramente, lo hace un modelo más frágil a todas luces. ¿Cuál de los dos modelos es más sostenible?
Nadie puede crecer de manera acumulativa para siempre y en Menorca, según los ponentes, se ha conseguido un mejor desarrollo haciendo una preservación mejor de nuestro patrimonio (Guillem López se congratuló de la contribución hecha por el GOB) con lo que ahora es el momento de afilar bien las herramientas para decidir qué camino seguir.
El modelo de una economia más permeable permitía afirmar a los ponentes que en términos de bienestar, Menorca disfrutaba de una sociedad más cohesionada, con una mayor riqueza cultural y social que se traducía en mayor progreso. El debate sigue abierto pero ahora hay más datos con los que opinar.