Una sección compuesta por 32 militares del Regimiento de Infantería Palma 47, actualmente perteneciente a la Comandancia General de Baleares, llegó el lunes a Ibiza para desempeñar una vigilancia medioambiental.
El sentido de esta maniobra militar es recabar información para elaborar planes de prevención y evacuación contra los incendios forestales ya que, en Baleares, el Ejército tiene como objetivo primordial proteger el medio ambiente.
Por ello, ayer iniciaron una marcha a pie, encuadrada dentro del Plan Vigilante Balear, con inicio en Cala d'Hort y llegada a Cala Bassa; lo que supone una distancia de entre unos 20 y 25 kilómetros, lo que se traduce en unas cuatro horas.
Los militares se dividieron en tres ‘grupos': el «equipo de vanguardia» lideraba la marcha con cuatro o cinco hombres que se encargaron de la navegación para no desviarse de la ruta marcada; en medio «el grueso» de los militares; en la cola «la retaguardia» que, normalmente, son los que vigilan que no le pase nada a ningún miembro, además de cargar con el equipo sanitario.
Durante el recorrido, los militares hicieron paradas cada cinco kilómetros para descansar e hidratarse debido a las altas temperaturas y cargaron a hombros una mochila de día de aproximadamente 10 kg, donde llevaban una muda, agua, GPS, planos y una manta americana, entre otras cosas.
El motivo de esta actividad no fue otro que «socializar» y «normalizar» la actuación del Ejército en la sociedad actual. «Intentamos que la gente lo vea normal, que no se escandalice al vernos y que se vea que, al final, hacemos un trabajo útil», apuntó el teniente Alejandro Cobas.
En su recorrido trataron de identificar tantos las vías de evacuación como las vías de acceso a áreas de riesgo de incendio para los bomberos, Unidad Militar de Emergencias (UME) y Dirección General de Emergencias de Baleares, además de prevenir cualquier tipo de actuación incendiaria o vertido. Al finalizar la ruta se especificó en un informe los pasos que habría que seguir en caso de declararse un incendio en esta zona del municipio.
Es preciso puntualizar que la ruta por los parajes de Sant Josep es ideada por la UME en función de las zonas que ellos no han podido comprobar por tener una plantilla minoritaria; en este caso, el retén cuenta con cinco personas.
«Lo que hacemos es completar su labor y mejorarla en la medida de lo posible», especificó Cobas. Aún así, el teniente señaló que con un verano «tranquilo» en cuanto a incendios como el que están viviendo las Pitiusas esta temporada, «la plantilla actual es suficiente».
Sin embargo, en caso de una emergencia que requiera de una dotación más amplia se activaría el Plan de Alerta para resolver el suceso.
Incendios
Ni en Ibiza ni en Formentera ha habido, este verano, incendios que superen la hectárea de terreno calcinado a diferencia de las cifras de hectáreas quemadas en 2017 cuando el 28% de los incendios forestales de Baleares (con 168 hectáreas calcinadas en el archipiélago) se registraron en las Pitiusas.
En este sentido, el comandante Cobas reiteró la importancia de prevenir. «Si pasa algo en Ibiza o Formentera y no estamos presentes en el momento del suceso se activa, automáticamente, un Plan de Alerta de la Unidad Militar de Emergencias que saltaría en sa Coma, donde hay una tropa de la unidad, y vendrían en helicóptero desde Valencia», explicó.
Y es que es más rápido trasladarse desde Valencia que desde Palma, aunque suene extraño, ya que allí disponen de medios aéreos y «el despliegue es más rápido que si nosotros tenemos que movernos en ferry».
Aún así, el comandante recordó que, en caso de ser necesario, ellos se trasladarían para apoyarles en la logística y en las operaciones que fueran necesarias.