La primera jornada del Eivissa Jazz 2018 que se celebró el jueves por la noche en el Baluard de Santa Llúcia asistió al regreso triunfal al festival de Pablo Martín Caminero. Después de su primera actuación en la isla en 1991, con apenas 17 años, el contrabajista vitoriano demostró que sigue en plena forma y deleitó con su música al numeroso público que abarrotó este recinto emblemático, situado en un lugar catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como es Dalt Vila.
En su primer concierto en Ibiza Martín Caminero acudió tocando el bajo con el grupo Avant-Garde, compuesto por los también vitorianos Daniel Oyarzábal, Jon Robles y Víctor Celada, y consiguió el Premio de la Prensa, dotado con 100.000 pesetas. Desde entonces todo ha cambiado mucho, tanto en el jazz como en la isla de Ibiza, y él se ha convertido en un habitual del festival, habiendo participado en cinco ocasiones: en 1999 junto a Daniel Oyarzábal; dos con la Eivissa Jazz Experience en 2008 y 2009, y la última en 2013 formando parte el trío de Abe Rábade.
La del jueves por la noche era por tanto la primera vez que actuaba en Ibiza con su grupo mostrando su propia música. La expectación era máxima y el vitoriano no defraudó. Mostró temas de su último trabajo discográfico, Salto al vacío, editado en el año 2016, y otros con claras influencias flamencas correspondientes a su proyecto OFNI, Objeto Flamenco No Identificado, y el público se marchó con un magnífico sabor de boca. Y más teniendo en cuenta, que como sorpresa, se subió al escenario la cantante ibicenca, Ángela Cervantes.
María Toro abrió la jornada
Esta primera jornada de pago del festival la abrió el cuarteto encabezado por la flautista gallega María Toro, quien ofreció un concierto en el que se escucharon temas de los dos discos que hasta ahora tiene en el mercado.
Si Martín Caminero es un veterano del Eivissa Jazz Toro debutó el jueves gracias a la ayuda de la Entidad de Gestión de Artistas, Intérpretes o Ejecutantes (AIE) que colabora con el festival ibicenco desde hace años. Junto a Daniel García Diego, al piano, el batería iraní Shayan Fathi y el contrabajista Reinier Elizardo Ruano, también deleitó a los asistentes con un concierto repleto de temas que se podrían englobar en lo que desde hace tiempo se ha dado por llamar flamenco jazz y que, en ocasiones, recordaron al magnífico concierto que ofreció en Ibiza en 2015 el mítico Jorge Pardo.