El Colegio Oficial de Arquitectos de las Islas Baleares (COAIB) lamentó ayer el fallecimiento de Henri Quillé, arquitecto que murió el pasado 9 de septiembre a los 91 años de edad. Henri Quillé fue un arquitecto francés (Saumur, 1928), pionero de la arquitectura sostenible, la autosuficiencia energética, las energías renovables, el uso sostenible del agua y la integración paisajística, que llegó a Formentera en el año 1968 encontrando el ideal de «una isla perfecta».
El COAIB, en el marco de una nueva iniciativa para la difusión del patrimonio de las islas, dará a conocer el proyecto 100/10, que representa «la arquitectura más importante de las islas a través de 10 testimomonios significativos de las diferentes etapas de los últimos 100 años». Henri Quillé es uno de estos testimonios, con lo cual el COAIB divulgará sus casas unifamiliares de Formentera y su obra en general. Arquitecto por la Escuela de Artes Decorativas de París e ingeniero por el Instituto de Urbanismo de París, colaboró en el taller de arquitectura de Le Corbusier en la capital francesa, hasta que se estableció profesionalmente en 1953. Su afición a viajar le llevaría a Formentera en 1962, isla en la que decidió instalarse seis años después.