El festival ‘Posa un estel al cel' volvió a llenar ayer, en su vigésimo sexta edición, el cielo de ses Variades de cometas de todo tipo. Y es que se trata de una cita imprescindible para los amantes de estos artilugios voladores que, además, no entiende de edades.
De hecho, la explanada de ses Variades se llenó ayer de participantes que apenas superaban los tres años -y que requerían de la ayuda de sus padres para poner a volar la cometa- y de otros más mayores que, reconocieron, no perder la ilusión tras años participando.
Así, un total de 244 participantes se dieron cita en el festival que, en un principio, estaba previsto que se celebrase hace dos semanas, pero las condiciones climatológicas lo impidieron. El objetivo, a diferencia de otro tipo de fiestas, no es ganar, sino disfrutar de un día en familia.
Por este motivo, la inscripción es gratuita y el participante sólo tiene que mantener su cometa en el cielo durante 15 minutos para que los jueces tomen nota de su participación. Como todos son ganadores, los participantes inscritos en el festival recibieron como obsequio una camiseta diseñada por el artista Miguel Farriol.
Es importante recordar que esta iniciativa surgió en 1991 gracias al colegio Guillem de Montgrí cuando decidió organizar una actividad que solo consiguió reunir a 18 participantes. Sin embargo, con los años el festival cogió fuerza y fue en 2011 cuando batió récord de participación con un total de 440 participantes y 198 cometas volando en el cielo al mismo tiempo.
Aunque ayer la participación fue menor que aquel año, el cielo de Sant Antoni consiguió que 145 cometas flotasen en el mismo momento; una hazaña que no es fácil y que los asiduos a esta fiesta hicieron posible. Además, el centro escolar organizó un taller de confección de cometas para que nadie se quedase sin ella; así, con plástico, pegamento y un trozo de cuerda, muchos consiguieron tener su objeto volador en apenas cinco minutos de reloj.
Según explicó Javier Rey, director del Guillem de Montgrí y uno de los organizadores junto a Pepín Valdés, precursor de la iniciativa, el ‘Posa un estel a cel' seguirá sumando ediciones ya que no solo cuenta con aficionados de Sant Antoni, sino también del resto de la isla. Además, esta jornada permite que los alumnos de 6º de Primaria del colegio puedan recaudar fondos para su viaje de fin de curso vendiendo bocados dulces y salados.