El 44,3 % de la superficie de Baleares está cubierta de masa forestal, una cifra todavía mayor en el caso de las Pitiüses. Así pues, los bosques y garrigues conforman casi la mitad del territorio pero, en determinados casos, se han convertido en zonas inexpugnables. Su densidad ha incrementado de tal forma que se están convirtiendo en verdaderas fortalezas de biomasa acumulada. En la actualidad hay 11 millones de toneladas de biomasa (troncos, ramas y otra materia orgánica) en nuestros bosques sin que nadie los recoja.
La cifra la da Joan Santana, ingeniero del Servei de Gestió Forestal de la Conselleria de Medi Ambient, que desgrana la realidad forestal en las Islas justo cuando faltan pocos días para conmemorarse el Día Internacional de los Bosques. Santana explica que año tras año hay más superficie forestal abandonada y lamenta que no se aproveche la biomasa que generan. «Solo se aprovecha el 6 % de los pinares de Baleares o, lo que es lo mismo, se desaprovecha el 94 % de la biomasa forestal», explica Santana. El ingeniero recuerda por ejemplo que tras el último cap de fibló en Menorca han quedado en el suelo 90.000 pinos que nadie ha recogido por no ser este un sector rentable.
En Mallorca se talan anualmente menos de 25.000 pinos blancos, lo que supone que se cortan menos del 0,15 % de los pinos. «Años atrás se utilizaban estos pinos para hacer carbón o simplemente para hacer fuego, por lo que se limpiaban los bosques; en la actualidad estas actividades han desaparecido y la biomasa no se aprovecha y se acumula», lamenta. Este incremento de densidad forestal, junto al abandono, conlleva que el riesgo de incendio sea mayor y que en caso de fuego este sea más intenso y peligroso.
La cifra de un 6 % de aprovechamiento de los bosques no es comparable a la que se da en Cataluña, donde se aprovecha el 25 % de la biomasa de los pinares, o en Europa donde aumenta hasta el 64 %. «Aquí el mercado no paga el coste que supone tener que retirar la biomasa, por lo que no tenemos un sector forestal estructurado», comenta.
La realidad de los bosques de Baleares es muy diversa. Las formaciones arboladas están formadas principalmente de pinares, encinas, acebuches y sabinas (Pitiüses). Esta superficie de masa forestal no ha parado de crecer, y solo de 1960 a 2010 aumentó un 26 %. Los últimos estudios del Inventario Forestal Nacional señalan que en las Islas hay 67 millones de árboles forestales, de los que 34 millones están en Mallorca, buena parte de ellos pinos.