La primavera trajo ayer el primer gran incendio de la temporada, un fuego que movilizó a más de una treintena de efectivos para controlar las llamas que se declararon a mediodía en una zona forestal de Sant Mateu, en una jornada con peligrosas rachas de viento.
La alarma saltó en torno a las 12.30 horas cuando las llamas cogían fuerza en una zona montañosa de masa forestal, un fuego que se extendió por los rastrojos acumulados a los pies de los pinos.
Hasta el escenario del incendio, el puig donde se encuentra la finca Can Raconet, se movilizaron más de treinta efectivos terrestres para atajar el avance de las llamas por una zona escarpada.
Desde el Parque de Bomberos del Consell se movilizaron un total de cuatro vehículos con una dotación de nueve bomberos y un cabo.
Foto: Daniel Espinosa.
Por su parte, el Ibanat movilizó en los primeros momentos a 23 brigadistas con dos autobombas, un agente medioambiental y dos técnicos, así como un helicóptero que apoyó desde el aire los trabajos de extinción realizando varias descargas sobre la zona en llamas.
El incendio también movilizó a varias patrullas de la Guardia Civil, Policía Local de Sant Antoni, Protección Civil y ambulancias del 061. Hasta la zona del siniestro también se trasladaron el alcalde de Sant Antoni, Pep Tur ‘Cires', y la concejal de Governació, Aída Alcaraz.
En los primeros instantes del incendio se declaró el nivel 1 de emergencia dada la cercanía de viviendas con personas en su interior.
Una hectárea de pinar
Dos horas después de declararse el fuego, a las 14.30 horas, el Ibanat rebajó el nivel de alerta a 0. Y dos horas y media más tarde, a las 17.00 horas, los servicios de extinción daban por controlado el fuego que se había desplazado ladera arriba.
Las primeras estimaciones elevaban a unas tres hectáreas el terreno afectado pero el balance oficial final cifró en una hectárea de pinar la zona quemada.
Foto: Daniel Espinosa.
Pasadas las 19.30 horas, los bomberos y un retén de cinco efectivos del Ibanat permanecían en la zona refrescando el terreno y controlando que no se produjese ningún rebrote.
El de ayer fue el primer gran sobresalto de la temporada y los números sitúan el alcance del siniestro a la altura de las cifras globales registradas en todo 2018.