La puesta en marcha de los nuevos semáforos instalados en las avenidas Bartomeu Roselló e Ignasi Wallis, en la ciudad de Eivissa, provocó ayer tarde numerosos atascos a la hora de entrar a la ciudad. La hilera de coches llegó a colapsar la rotonda de Juan XXIII.
El Ayuntamiento de Eivissa aseguró ayer en Twitter que la instalación de estos semáforos así como la de los pasos de cebra iluminados se ha llevado a cabo «para mejorar la seguridad de los peatones».
El Ayuntamiento de Eivissa renunció meses atrás a la segunda fase del plan previsto para el cambio de sentido de las avenidas de la ciudad. La primera se llevó a cabo paralelamente a la peatonalización del paseo de Vara de Rey. La propuesta del equipo de gobierno también contemplaba que la avenida de Santa Eulària fuera una avenida de un solo sentido y de salida de la ciudad, mientras que la de Ignasi Wallis tan solo sería de entrada.