Tras el turno de La Dolorosa el viernes por la noche, ayer Sábado Santo fue el del Cristo de la Sangre de la Cofradía Nuestra Señora de la Piedad.
Como es tradición, tras la celebración de la misa, la venerada imagen salió por la pequeña puerta lateral de la iglesia de Sant Elm por octavo año consecutivo después de más de siete décadas sin hacerlo.
Y volvió a brillar a su paso por las calles calles Cruz, Rimbau, Conde Roselló, Aníbal, plaza de sa Font y Antoni Palau para dar la vuelta y regresar con paso firma a la parroquia de Sant Elm. Todo ello en silencio, portado por 18 miembros de la cofradía, y guíado únicamente por la luz de las antorchas de los que le precedían.
Hoy por la mañana, esta misma cofradía celebra la bendición de ramos en la plaza de la iglesia a las 9.45 horas, seguida de una misa y de la procesión de La Borriquita del Santísimo Cristo del Cementerio hasta la iglesia de Santo Domingo.
Después esta misma imagen también procesionará en Puig d'en Valls el Miércoles Santo, a partir de las 20.00 horas, en la procesión del Cristo de la Buena Muerte de la Asociación de Caballeros Legionarios de Santa Eulària.