La recuperación del proyecto de aparcamiento subterráneo en el parque Reina Sofía es una de las propuestas que llevan en su programa electoral partidos como el PP, Unidas Podemos y Proposta per Eivissa (PxE) con el objetivo de paliar la falta de estacionamiento de la ciudad.
Sin embargo, el Partido Socialista no lo contempla. Según explicaron desde el Ayuntamiento de Vila, este aparcamiento «va en contra de todas las medidas de movilidad y de ciudad que se proponen desde el Consistorio».
A su juicio, su construcción significaría convertir la zona del Reina Sofía en un espacio difícil de gestionar ya que, para acceder a él, se produciría una alta intensidad de tráfico en el centro y en la entrada del conjunto histórico. A esto se suma, matizaron desde Vila, que se trata de una ubicación a pie de las murallas renacentistas que «están protegidas y declaradas como Patrimonio Mundial».
En este sentido, cabe recordar que el Ayuntamiento de Vila lleva apostado, durante los últimos cuatro años, por reducir al máximo la circulación de vehículos en el centro. A pesar de ello, fuentes municipales insistieron en que la ciudad, dentro de las ciudades catalogadas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es la más «permisiva» en cuanto al acceso de tráfico rodado en el entorno histórico.
De momento, lo que pretende el Ayuntamiento es seguir aumentando el número de plazas de aparcamiento soterrado en el centro de la ciudad, pero no en pleno centro histórico.
Antecedentes
La comisión del Plan Especial para la Reforma Interior del casco histórico (PEPRI) ya refrendó el anteproyecto en febrero de 2015. Este proyecto, que estimaba un plazo de ejecución de dos años, contemplaba la creación de 329 plazas para automóviles y 110 para motocicletas.
El aparcamiento constaría de cuatro alturas con una superficie soterrada de más de 14.000 metros cuadrados cubierta, en su parte exterior, por una zona verde de 12.481 metros cuadrados.
El anteproyecto se aprobó en 2015 -cuando gobernaba el Partido Popular- y fue presupuestado en 6,9 millones de euros, coste que asumiría la empresa ganadora del concurso.
Aunque el actual equipo de gobierno ha descartado su construcción, se ha comprometido -en caso de revalidar el gobierno- a construir un parquin soterrado, con 600 plazas de aparcamiento, en el entorno de los nuevos juzgados.
Parquin de la APB
Otro de los aparcamientos subterráneos proyectados en la ciudad es el que se situará debajo del muelle pesquero. El aparcamiento -que corresponde a la Autoritat Portuària de Balears (APB)- prevé una capacidad de 691 plazas, de las cuales 21 estarán reservadas para personas con movilidad reducida.
El proyecto prevé una inversión de 27.038.838,26 euros y se estima que dure 18 meses; si bien es cierto que esta cifra podrá variar una vez se precisen los trabajos de ejecución y el pliego de condiciones de la concesión que deberá convocar la APB para realizar las obras y la explotación del aparcamiento.
En esta línea, desde la APB informaron que tanto el aparcamiento como la remodelación de la zona para redistribuir la actividad pesquera, la reparación de embarcaciones y el tráfico de pasajeros con la Savina «está pendiente de la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP), que es lo que permitirá iniciar todas las actuaciones». Asimismo, recordaron que esta aprobación está pendiente de aprobación definitiva por parte del Ministerio de Fomento.