Mañana a las 21.30 horas se representa en Can Ventosa, Ibiza, El funeral. Se trata de una comedia dirigida por Manuel M. Velasco, protagonizada por Concha Velasco, Jordi Rebellón, Ana Mayo, Irene Gamell y Emmanuel Medina, y que está ambientada en el velatorio que el Ministerio de Cultura ha organizado tras el fallecimiento de la gran actriz Lucrecia Conti, papel interpretado por Velasco. Sus disparatadas situaciones, su interacción con el público y sus grandes actuaciones han conseguido que una gran cantidad de espectadores se hayan partido de risa durante los meses que estuvo en el Teatro La Latina de Madrid y durante su gira por España. Uno de los grandes culpables del éxito es Jordi Rebellón.
—Los que han visto la obra en Madrid dicen que es una risa tras otra... ¿Qué se va a encontrar la gente en El funeral?
—Pues sí, es muy divertida y ha tenido mucho éxito. Sin embargo, como siempre repite el director, Manuel M. Velasco, no es una comedia al uso sino una comedia sobrenatural en la que la gente pasa un rato muy divertido y se evade de todo lo que le rodea durante hora y media. Además, el público puede interactuar bastante y eso también la hace aún más especial.
—Evadirse se antoja como algo casi fundamental...
—Sin duda. La gente quiere desconectar de la política, de todo lo malo que tiene a su alrededor y sólo disfrutar. Yo, como espectador también cuando voy a una obra quiero diversión y no malos rollos.
—Está ambientada en el funeral de una gran diva del cine, teatro y televisión. ¿Es también un homenaje al mundo de la escena?
—En parte sí y creo que ese es precisamente uno de sus secretos. Realmente es un tributo a una supuesta figura, Lucrecia Conti, pero también de forma indirecta a la figura de Concha Velasco, quien la interpreta y quien no hay que olvidarse que es historia viva del mundo del arte en España.
—¿Cómo es trabajar con un mito como ella?
—Muy fácil. Yo antes de la obra ya había coincidido con ella en episodios de la serie Hospital Central y siempre ha sido un privilegio. Yo aprendo de todos mis compañeros de trabajo pero con ella, con todo su saber y su personalidad, mucho más.
—¿Le ha confesado cual es el secreto de su eterna juventud?
—(Risas) No, pero aunque tiene sus cosillas quien los descubra tendrá un gran tesoro. Es admirable como ha aguantado los cuatro meses en el Teatro La Latina y la gira de un año. Siempre que sube al escenario se transforma y nos contagia a todos.
—¿Es la primera vez que viene a trabajar a Ibiza?
—Sí. Nunca he ido a Ibiza, ni a trabajar ni como turista.
—¿Sí? Debe ser entonces un bicho raro, una especie casi en extinción...
—(Risas) No lo dude. Pero es que a mi las aglomeraciones nunca me han gustado mucho y estoy seguro que ahora la isla ya estará llena. Me han dicho que la mejor época es mayo u octubre pero por unas cosas o por otras nunca he tenido la oportunidad así que, aunque sé que habrá mucha gente, tengo muchas ganas de conocerla.
—Usted puede presumir de una amplia y sólida trayectoria. Ha trabajado en teatro, cine, series e incluso algún videoclip. ¿Con qué se queda?
—Realmente me quedo con todo porque me encanta mi trabajo. Soy de los que piensa que si no te gusta la interpretación no podrías seguir adelante porque al final es un mundo muy inestable y en el que, cuando por fin has conseguido abrirte hueco, no paras de viajar sin poderte asentar demasiado.
—Muchos actores dicen que el teatro tiene una magia especial.
—Y es verdad. Como dice un amigo su magia se debe a que afortunadamente el teatro no tiene top manta, no se puede grabar y después bajártelo de Internet. Y eso por no hablar de lo bonito que es el contacto tan cercano con el público y lo interesante que es para un actor el representar una obra en directo, noche tras noche, sabiendo que no puedes parar si algo ha salido mal.
—Ahora que las series están tan de moda, ¿fue un pionero con Hospital Central?
—No se si tanto. Lo que si que es cierto es que fue una serie que marcó un antes y un después en España. Hacíamos un 35 por ciento de audiencia con más de cinco millones de espectadores por capítulo. Y eso es mucha tela.
—El éxito de la serie le convirtió en uno de los rostros más populares de España. ¿Le siguen preguntando por el doctor Vilches?
—Sí y lo que me queda. Fue un poco locura. No teníamos redes sociales pero creo que si las hubiéramos tenido podríamos haber sido más populares que Messi (Risas).
—¿Qué proyectos tiene ahora en cartera?
—Seguiremos con la gira de El funeral y aprovechando el parón del verano me voy a meter de lleno en los monólogos. Me hace especial ilusión porque nunca lo había hecho.
—Eso sí que es contacto directo con el público.
—Sí y eso también es apasionante. Hay que atrapar al espectador casi a la segunda frase y eso no es fácil. Por eso tengo tantas ganas.