La plataforma ciudadana Prou!, que el martes denunció la publicación de un anuncio en el portal de alquiler turístico Airbnb que ofertaba alojamiento en una tienda de campaña con forma de iglú aparentemente situada en la zona de baño de la playa de Migjorn en Formentera, instó ayer a través de su portavoz Cati Marí a perseguir a los responsables del anuncio, así como a las dos empresas que organizan pícnics en playas y espacios públicos de Ibiza.
En relación a ello criticó que en las Pitiusas se da una falta de voluntad por parte de la administración a la hora de perseguir las infracciones. Marí apuntó que «la gente se aprovecha de la lentitud de las instituciones, lo que genera un efecto llamada», pues se da la sensación de que «aquí no pasa nada». También consideró que no faltan medios, sino interés, y aseguró no creerse que falten inspectores. Según atestiguó, en Prou! «recorremos en un día tres playas sin dedicarnos a ello, vemos la situación, sacamos fotos y denunciamos las irregularidades».
Marí considera que el arrendador del ‘iglú' ubicado en la playa de Migjorn cometió un «doble delito» pues, además de ofertar una vivienda que no tiene licencia, las pobres condiciones de habitabilidad de la misma hacen imposible el cumplimiento de tal requisito. El ‘iglú' no dispone de inodoro, lo que Marí interpreta como un signo de que al propietario no le importa «dónde tire la gente los residuos humanos».
Con respecto a la publicitación en Facebook de los pícnics en espacios públicos y playas, los cuales infringen la Ley de Costas, anuncia que desde Prou! van a tratar de dar con las empresas y van a «animar» a la clase política a perseguir esto.